‘Sueños de libertad’: Begoña se propone ayudar a recordar a su madre

Llegamos al último capítulo de ‘Sueños de libertad’ de la semana, tras ser testigos de un sinfín de sorpresas y emociones fuertes en los últimos episodios. Nada es lo que parece ser en el seno de los De la Reina, una complicada familia que nos muestra cómo el pasado puede volver para destruir el presente.

Protagonizada por Natalia Sánchez, esta serie se ha consolidado como una de las grandes apuestas de la tarde para Antena 3. Ya podemos hablar de una de las propuestas más exitosas de este año para la cadena, llegando a hacer sombra a la mismísima ‘La Promesa’ de TVE. ¿Quieres saber qué va a pasar en el próximo episodio? Te lo contamos.

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Begoña descubre el gran secreto de su familia

En los primeros episodios de ‘Sueños de libertad’ descubrimos que la tía de Begoña, Eugenia, estaba ingresada en un centro psiquiátrico. En una de las últimas visitas de la enfermera y su amiga Luz al centro, su tía insistió en que había tenido una niña y que se la habían robado.

Finalmente, la médica decidió hacer una exploración ginecológica a Eugenia, descubriendo una cicatriz propia del parto en su cuerpo. Fue entonces cuando Begoña se propuso descubrirlo todo sobre su supuesta prima secreta. Para ello, acudió junto a Luz al anterior sanatorio religioso en el que estuvo ingresada Eugenia.

Allí las monjas les confirmaron que la mujer había tenido un parto justo antes de ingresar, pero les aconsejaron que no siguieran indagando. Sin embargo, en el último episodio de ‘Sueños de libertad’ Begoña y Luz volvieron a reunirse con sor Remigia, quienes les confesó que el difunto padre de Begoña le pidió que nunca le contara lo que estaba a punto de desvelar. En realidad Eugenia Montes no la tía de Begoña, sino su madre, y su verdadero nombre es Mercedes Cubillo.

Anteriormente vimos cómo Jesús descubría las visitas de Begoña al sanatorio y le reprochaba no habérselo contado antes. Cuando ella le confesó que no confiaba en él, se enfureció, pero al día siguiente ambos hablaron y decidieron empezar de cero.

Poco después Jesús se ofreció a pagar los gastos de Eugenia en el sanatorio, pero Begoña le dijo que no hacía falta. Esto hizo sospechar a su marido, que investigó y descubrió que era Andrés quien se estaba haciendo cargo de las facturas. Por ello, Jesús se enfrentó duramente con su hermano.

Al saber esto, las dudas volvieron a asolar a María, que le pidió a Gema que buscara pruebas en la habitación de Andrés sobre su amor por Begoña. Así encontró la falsa carta de Duque en la que le pedía a Andrés que cuidara de su hija; entonces María comprendió que se casaba con ella por lealtad a su padre y no por amor. Sin embargo, ambos hablaron y quedó satisfecha cuando Andrés le dijo que junto a ella era el hombre más feliz del mundo.

Horas después se casaron, pero a la hora de dar el “sí, quiero”, Andrés se bloqueó, imaginándose que se estaba casando con Begoña. Finalmente María y Andrés se convirtieron en marido y mujer, en una ceremonia en la que Luis y Joaquín acabaron a puñetazos. Esto causará la indignación de Digna con Damián.

En dicha ceremonia también ocurrió algo muy curioso, y es que uno de los invitados saludó a Gema con el nombre de Irene, asegurando conocerla de una fiesta. Al final, la sirvienta reconoció llamarse Irene de Rojas y aceptó una cita en Madrid.