El Gobierno utiliza las fábricas húngaras para desascreditar la opa sobre Talgo

El ministro de Transportes, Óscar Puente, suele dejar siempre huella cuando tiene un micrófono delante. En su última aparición ante los medios dejó varios titulares. La mayor novedad es que además de los motivos previos que había dado el Gobierno para poner fin a la opa de Talgo, Puente agregó que tienen serías dudas de que las fábricas en Hungría de Magyar Vagon puedan realmente asumir la producción de los trenes de Talgo y ayudar a la empresa española a ponerse al día con sus pedidos pendientes.

«La tecnología de Talgo es muy moderna. No tenemos muy claro que las fábricas de Hungría tengan la capacidad para, en el corto plazo, resolver el problema de falta de producción que tiene Talgo. No es lo mismo tener una fábrica ahí, bueno, pues medio vacía, con una mano de obra acostumbrada, por ejemplo, a molturar, que la tecnología de soldadura de aluminio. No parece que sea eso tan fácil de hacer en Hungría como se dice», explicó el ministro de Transportes en un desayuno informativo de Europa Press, dando más motivos para que el Gobierno frene la opa a la fabricante española.

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Además, aunque no dio nombres, dijo que había posibilidad de que apareciera una opción española. «Observamos la opa con el máximo cuidado y a la espera de que otros actores entren en juego, entre los que se encuentran inversores y otros fabricantes. Se puede constituir una alternativa sin el auspicio del Gobierno, pero si hubiera que auspiciarla, valoraríamos esa opción. En eso estamos», sentenciaba, aunque con la opa en proceso prefirió no dar demasiados detalles. 

Más allá de preservar la españolidad de Talgo, Puente se refirió al problema geopolítico que plantea esta operación, porque tiene una tecnología que incluso atañe a la movilidad militar de otros países como los bálticos, y todavía pesan los posibles nexos rusos o de extrema derecha del oferente húngaro (participado por el Estado de Hungría) a los que ya se ha referido en alguna ocasión el ministro.

Es una prueba más de la incomodidad del gobierno con la opa y de la cada vez más evidente posibilidad de que se use la «ley anti opa» para evitar la operación. Es evidente que otro tipo de estrategia sería lo ideal por encima de una intervención directa, por ello vuelven a mencionar la posibilidad de un comprador español, aunque de nuevo evitan nombrar alguna empresa, o empresario, que pudiese dar el paso, lo que además evita una reacción de los mercados. 

TALGO CONOCE TECNOLOGÍA ESTRATÉGICA PARA ESPAÑA

El ministro además recordó la importancia de los trenes de ancho variable fabricados por Talgo para el sistema español de alta velocidad. De hecho, le da la posibilidad a Adif de, en algunos tramos especialmente complicados, apostar por medidas diferentes que pueden ser construidas más rápido y con un menor presupuesto. Es una ventaja que da al sistema español la presencia de Talgo, y que podría perder en caso de que una empresa extranjera y sin capacidad para empezar a producir de inmediato realizará la compra. 

A esto se suman las preocupaciones del Gobierno por las conexiones de Magyar Vagon con la «extrema derecha» que gobierna en Hungría o la conexión de la misma con Rusia. Son puntos que el propio Puente ha dejado claro, aumentan la incomodidad con la empresa, pues tendrían acceso directo a tecnología y patentes que Talgo controla y que la hacen estratégica para España. 

En cualquier caso, es otra señal clara para cualquier otra empresa que pueda estar interesada en Talgo. Si se cree lo que dice Puente, es posible que ya haya uno o más compradores interesados, aunque aún no levanten la mano, también es posible que solo sea un ‘globo sonda’ para mantener la presión sobre los húngaros y que no se sientan demasiado cómodos. El propio ministro en su intervención aceptó que la empresa necesita de un aliado industrial para quitarse sus pendientes de encima, pero es evidente que se prefiere alguno de confianza.

UNA EMPRESA QUE NO ESTÁ ACOSTUMBRADA AL SISTEMA ESPAÑOL

Lo cierto es que Magyar Vagon no está acostumbrada al mercado, ni al sistema español. La empresa húngara está dedicada sobre todo a la producción de acero industrial, y aunque ofrecen 8 fábricas de trenes y material rodante a Talgo para acelerar su producción, las declaraciones de Puente evidencian que estás no necesariamente están en capacidad de ser activadas rápidamente. 

Además, la empresa puede terminar más beneficiada en la opa que los propios accionistas de Talgo. A pesar de los encargos pendientes, el fabricante de trenes español cerró 2023 con una cifra de 625 millones de euros como ingreso, y una cartera de pedidos que suma los 4.223 millones de euros, superan con creces los 254,7 millones que generó la empresa húngara el año pasado. Un motivo más para ver sus promesas con suspicacia. 

Ernesto Rodriguez
Ernesto Rodriguez
Periodista, entrevistador e investigador de oficio. Amante del cine, la música y Political Junkie. Escribo de empresas de transporte, cultura y sanidad