Iberdrola, Naturgy, Endesa y Repsol velan armas ante las nuevas subastas de potencia renovable

La fiebre renovable tiene muchos matices -especialmente en Bolsa-, pero la perspectiva de concesiones públicas para proyectos de energía ‘verde’ a buen seguro que hará salivar al sector. El anuncio por parte de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de nuevas subastas de potencia renovable «en breve» es, a pesar de su indefinición, una perita en dulce para las grandes energéticas españolas, que afilan los cuchillos ante la dura competencia que se avecina por hacerse con las mejores adjudicaciones.

Iberdrola, Naturgy, Endesa y Repsol, las cuatro ‘grandes’ del país por capitalización bursátil, se toman muy en serio la transición energética, proceso del que depende su futuro. Los hidrocarburos están cada vez más arrinconados a nivel internacional y la nuclear está, por obra y gracia del Gobierno, en proceso de liquidación, lo que deja a las renovables como el asidero más seguro en el negocio.

IBERDROLA, NÚMEROS RENOVABLES DE INFARTO

Precisamente la energía renovable es el caldo en que se cuece el amargo enfrentamiento entre dos de estos ‘primeros espadas’: Iberdrola y Repsol. No hace ni dos semanas que se conoció que la eléctrica liderada por Ignacio Sánchez Galán había presentado una demanda contra Repsol en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander por «competencia desleal y publicidad engañosa», al considerar que había incurrido en greenwashing o blanqueo ecológico. La petrolera, por su parte, replicó que Iberdrola está «nerviosa» ante los avances de Repsol en el corral eléctrico, donde creía que era el único gallo.

Sea cual sea el estado de nervios de Galán, lo que está claro es que el liderazgo de Iberdrola en el ámbito renovable es indiscutible. La compañía alcanzaba en julio los 41.246 megavatios (MW) de potencia ‘verde’ instalada en todo el mundo, habiendo instalado más de 3.250 MW en renovables en 2023. Su voracidad inversora en este segmento de negocio no tiene parangón: en los últimos tres años, destinó más de 33.500 millones de euros en todas las geografías, de los cuales 7.600 millones fueron en España.

Una ambición a la altura de su deuda, que se sitúa en una horquilla entre los 42.000 y los 42.500 ‘kilos’. Esta gigantesca expansión renovable, no obstante, parace haber alcanzado su techo: tras años de arrasar en las energías ‘verdes’, la empresa ha decidido virar su estrategia hacia un mayor énfasis en las redes.

NATURGY SUBE SU APUESTA

Con el liderazgo de Francisco Reynés recién convalidado por la Junta de Accionistas, Naturgy ha cogido más cartas del mazo renovable. La actividad de la compañía en el ejercicio 2023 estuvo marcada por un notable incremento de la inversión, con el foco puesto en la transición energética.

La gasista invirtió en 2023 cerca de 3.000 millones de euros, lo que implica un incremento del 50% con respecto al ejercicio anterior. Este esfuerzo inversor permitió al grupo elevar hasta los 6,5 gigavatios (GW) la potencia renovable instalada en operación, además de potenciar decenas de proyectos de desarrollo de gases renovables -en concreto, biometano– como un nuevo y pujante vector estratégico para la descarbonización.

ENDESA: DESCARBONIZACIÓN EN AGUAS TURBULENTAS

2023 no fue un buen año para Endesa. Sus balances se resintieron por los declinantes precios energéticos, pero la compañía señaló como raíz de todos sus males al ‘impuestazo’ del Gobierno a los beneficios extraordinarios de las energéticas, al que considera la cruz que arrastra sus cuentas. El conflicto en torno al gravamen, no obstante, está en vías de solución, con el Ejecutivo dispuesto a negociar.

La clave del acuerdo pasa, como adelantó el CEO José Bogas, por incrementar el esfuerzo descarbonizador, condición sine equa non para aflojar el billete del ‘impuestazo’, algo para lo que la filial de Enel no debería tener problemas.

Las renovables focalizaron el 34% de las inversiones de Endesa en 2023 (cuyo montante total asciende a 2.304 millones de euros), lo que se tradujo en 600 MW más de potencia ‘verde’. Las nuevas incorporaciones sitúan en un total de 9.900 MW la capacidad de producción hidroeléctrica, eólica y solar del grupo.

REPSOL, ACUSADA DE ‘GREENWASHING’

No ha encontrado muchos apoyos Repsol en su desagradable encontronazo con Iberdrola. La ministra del ramo, Teresa Ribera, reavivó su conocido antagonismo con el CEO de la petrolera, Josu Jon Imaz, recordando que en el Reino Unido la agencia de control de la publicidad «prohibió la publicidad de Repsol como sostenible o renovable». Otros colectivos dentro del sector energético e industrial también suscriben la acusación de Greenwashing lanzada contra la empresa.

La veracidad de esta incriminación será determinada por la Justicia, que tendrá que investigar el propósito de las inversiones de Repsol. Las cuentas reportadas por la firma dicen que en 2023, la realizó una inversión histórica de 6.167 millones de euros, de los cuales un 30% se destinó a activos de generación renovable. Durante el ejercicio, se pusieron en marcha 1.100 MW de potencia renovable, alcanzando los 2.800 MW de potencia instalada, principalmente en España.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica
Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica

LA MINISTRA ‘ABRE EL COCO’

El pasado martes, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró que se celebrarán nuevas subastas de potencia renovable «en breve», una vez que se cuente con toda la información recabada del sector y los territorios para que sean un éxito.

En respuesta en el Pleno del Senado a una pregunta del senador del grupo parlamentario vasco Igotz López, Ribera indicó que estos procesos competitivos, el último de los cuales tuvo lugar en noviembre de 2022, se retomarán «tan pronto» como sea posible, «incorporando las lecciones aprendidas» del proceso abierto para conocer el interés de las renovables y de los territorios, «que está culminando precisamente esta semana», añadió.

La ministra defendió mantener el ritmo de despliegue de las renovables, garantizando además el almacenamiento, un buen uso del conjunto del sistema y un despliegue de redes a la altura de lo que se necesita, pero «sin olvidar ese componente industrial de servicios y de empleo que favorece no solamente al sector energético, sino también al sector industrial y a las familias, puesto que disponen de un precio de la electricidad mucho más asequible».

Además, consideró que este avance también debe abordarse garantizando «no solamente la excelencia ambiental, sino también la excelencia social».

José Sánchez Mendoza
José Sánchez Mendoza
Periodista especializado en economía y mercados energéticos. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Periodismo por El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, he trabajado en medios como El Mundo y El Economista, entre otros.