El director de Transporte Terrestre de la Comisión Europea, Kristian Schmidt, ha defendido que la legislación europea jugará su papel en asegurar que Renfe supere las barreras tecnológicas que le ha impuesto Francia para que pueda expandirse en ese país, algo que Ouigo, empresa nacional francesa, ya ha hecho en España.
Así lo manifestó durante su participación en unas jornadas organizadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través de Adif para tratar los desafíos y las oportunidades de la liberalización ferroviaria acometida en España.
En una mesa redonda en la que también estaban presentes los representantes de los tres operadores (Renfe, Iryo y Ouigo), Schmidt admitió los obstáculos que Renfe está encontrando en Francia, al trasladar al director general de Desarrollo y Estrategia de Renfe, Manel Villalante, que la Comisión Europea está de su lado para superar los obstáculos.
«Tiene que haber reciprocidad, Ouigo viene a España y Renfe va a Francia»
«No podemos tener una isla de perfecta competencia en España y cuando cruzas la frontera, se para. Tiene que haber reciprocidad, Ouigo viene a España y Renfe va a Francia. Estamos de vuestro lado para superar, de la mano de la Agencia Europea Ferroviaria, todos los obstáculos», declaró.
BRUSELAS RECONOCE QUE ALGUNOS DE LOS OBSTÁCULOS ES PEDIR SISTEMAS QUE RENFE NO PUEDE CONSEGUIR
Schmidt precisó que algunos de esos obstáculos no son directamente el decir: «no te queremos»; sino que son más bien de: «Eres bienvenido, pero necesitas un determinado sistema de señalización que no puedes conseguir».
En este punto cuando el director de Transporte Terrestre de la Comisión Europea trasladó que la legislación europea asegurará que Renfe pueda tener acceso a esos sistemas que «son usados como barreras de entrada».
Renfe ya opera desde este verano dentro de Francia en ciudades como Lyon o Marsella, aunque lleva años intentando circular también hasta París, pero es en ese tramo entre Lyon y la capital gala en el que los organismos franceses le piden un sistema de señalización distinto.
Respecto al modelo de liberalización puesto en marcha en España, Kristian Schmidt lo ha ensalzado, asegurando que el resto de países europeos tendrían que tenerlo como modelo, ya que cree que tiene «muchas virtudes».
Bruselas cree que el resto de los países europeos debería tener como modelo la liberalización ferroviaria de España
Al mismo tiempo, ha celebrado que el uso de los fondos europeos haya sido «eficiente» en España, al menos en la que concierne a la alta velocidad y en concreto a la modernización de las estaciones para que tengan más capacidad y puedan acoger más operadores. «En otros países se usa como excusa para no abrir el mercado porque dicen que no hay estaciones preparadas», ha lamentado.
Sin embargo, también señaló que «no todo es perfecto en España», como la elección de no introducir peajes en las autovías (también entra dentro de sus competencias como director de transporte terrestre) o que las mercancías en tren no terminen por despegar: «Estáis en la Champions League en la alta velocidad pero en tercera división en mercancías», concluyó.
FRANCIA AUTORIZÓ A RENFE A EXPLOTAR LAS LÍNEAS LYON-BARCELONA Y MARSELLA-BARCELONA
El gestor de las infraestructuras ferroviarias de Francia concedió a Renfe los surcos o derechos de circulación para que la compañía española explote en solitario las líneas Lyon-Barcelona y Marsella-Barcelona que opera en asociación con SNCF, a finales de diciembre de 2022.
Entonces, una portavoz de ese gestor, SNCF Reseau, explicaba que la empresa pública ha atribuido esos surcos a Renfe «conforme a sus demandas, en el plazo reglamentario», pero advertía que la firma española tiene todavía un camino por hacer antes de poder operar esas conexiones en solitario.
La portavoz de SNCF Réseau, filial del ahora competidor de Renfe, SNCF, puntualizó que el material que la empresa española quiere utilizar ahora «tiene que ser homologado», y eso es competencia de otro organismo diferente, el Establecimiento Público de la Seguridad Ferroviaria (EPSF).
Eso significa que los trenes deben ser compatibles «con la infraestructura» y Renfe ha de encargarse de verificarlo, aunque la propia SNCF Réseau propone entre sus servicios de pago esa verificación. Además, el personal de Renfe que trabaje en Francia tiene que obtener un certificado de seguridad obligatorio que también expide EPSF.
Renfe ha indicado que ha solicitado «los permisos pertinentes a las autoridades francesas» para que los viajeros puedan seguir utilizando la alta velocidad entre España y Francia.
RENFE LLEVA COMPARTIENDO SERVICIOS FERROVIARIOS EN FRANCIA DESDE 2013
Desde 2013, la compañía española ha estado explotando hasta cuatro líneas entre los dos países mediante Elipsos, una filial común con SNCF.
Pero, en febrero pasado, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNCF), que compite en el mercado español de la alta velocidad, anunció que cerraba esa filial común y que a partir de ese momento tenía intención de seguir explotando en solitario las líneas entre París y Barcelona, la única que consideraba rentable.
Tras esta decisión, Renfe solicitó los surcos y autorizaciones en las otras dos líneas que seguía explotando Elipsos con trenes y personal de la compañía ferroviaria española. Se trata de los mismos trenes y el mismo personal a los que ahora se les pide autorizaciones especiales, pero a nombre de solo de Renfe, a fin de que puedan dar los mismos servicios.
Asimismo, Renfe también mostró interés en explotar el trayecto Lyon-París (que registra el mayor tráfico de la alta velocidad), con itinerarios formativos para su personal, y pidiendo las autorizaciones pertinentes.
EL GOBIERNO HA DENUNCIADO LA FALTA DE RECIPROCIDAD DE FRANCIA CON ESPAÑA EN MATERIA FERROVIRIA
La falta de reciprocidad entre Francia y España ha sido denunciada en numerosas ocasiones por el Gobierno español, mientras desde SNCF responde una y otra vez que la apertura de la competencia de la infraestructura ferroviaria francesa «es una realidad» desde hace tiempo en el transporte de mercancías y desde diciembre de 2020 en el de viajeros.
El gestor de redes francés reconoce su obligación de dar un trato «transparente, equitativo y no discriminatorio de los operadores que quieren circular en la red ferroviaria francesa» de acuerdo con las reglas fijadas por la Autoridad de Regulación de los Transportes.
Ante la desaparición de las conexiones directas Lyon-Barcelona y Marsella-Barcelona-Madrid, asociaciones de viajeros en Francia y en España se han quejado de la amputación de esos servicios. España reclama desde hace tiempo reciprocidad al resto de los países de la Unión Europa a la hora de dar entrada a terceros operadores y califica de injustificables los obstáculos a la liberalización en algunos de ellos.