La musaca o musaka tiene su origen en el Medio Oriente y los Balcanes, y cuenta con varias versiones a lo largo del mundo entero, las cuales se preparan de maneras diferentes. Probablemente la más conocida sea la musaca griega, pues se ha popularizado en multitud de países; entre ellos, España.
Esta versión griega está compuesta por capas de carne de cordero, rodajas de berenjena, tomate y salsa bechamel, entre otros ingredientes. Y aunque su receta conlleva varios pasos, sólo necesitamos un poco de maña y paciencia para cocinar la musaca griega perfecta.
1¿Qué es la musaca griega?
A pesar de ser su versión griega la más conocida, la musaca o musaka tiene origen árabe. De hecho, muchos expertos creen que podría proceder del llamado ‘musakhkhan’, un plato árabe muy parecido que quedó registrado por primera vez en un libro de cocina de Bagdad en el siglo XIII.
Sin embargo, la más conocida en Occidente es la musaca griega. La receta actual data de principios del siglo XX, concretamente de 1910. En aquel año el chef griego Nikolaos Tselementes, originario de la isla de Sifnos, publicó un libro de cocina llamado ‘Odigós Mageirikís’, o lo que es lo mismo, ‘Guía de cocina’.
A lo largo de sus 500 páginas esta obra recopilaba recetas francesas, italianas, americanas y griegas. El chef decidió europeizar estos platos, y en el caso de la musaca, lo hizo añadiendo salsa de besamel en la parte superior, encima de todas sus capas. Esta es la forma de elaboración que ha trascendido con el tiempo y se ha exportado al resto del mundo.