Las vacaciones tienen muchas cosas positivas. Son un periodo imprescindible para recargar pilas, reducir el estrés, disfrutar de estímulos y experiencias nuevas y en definitiva, experimentar un mayor nivel de felicidad y bienestar. Sin embargo, esta felicidad es efímera y temporal, ya que suele desaparecer en cuanto regresamos a la rutina diaria. En algunos casos, incluso el desánimo puede ser tan intenso, que podemos sentir una pequeña depresión temporal.
Evidentemente, no vamos a renunciar a unas felices vacaciones para evitar esta caída del ánimo posvacacional. Lo que sí podemos hacer es aplicar algunas estrategias que pueden ayudar a mitigar esa sensación tan desagradable después haber pasado unas semanas haciendo exclusivamente las cosas que más nos gustan.
8AJUSTAR EL HORARIO

Una de las mejores cosas de las vacaciones es no tener que madrugar, y de hecho es uno de los golpes más duros de volver a la rutina. Normalizar el horario de sueño antes de regresar al trabajo es una estrategia que funciona para evitar el choque de horarios y el cansancio al volver a la rutina diaria. Comienza al menos una semana antes de la fecha de inicio. Esto te dará tiempo suficiente para ajustar tu horario de sueño de manera gradual. Decide a qué hora te gustaría despertarte cuando vuelvas al trabajo. Luego, retrocede gradualmente tu hora de acostarte para asegurarte de obtener suficiente descanso.
Por ejemplo, si planeas despertarte a las 7 a.m., comienza acostándote 15-30 minutos antes cada noche hasta que alcances tu objetivo. Durante el período de ajuste, trata de evitar siestas largas durante el día, ya que pueden dificultar la adaptación a tu nuevo horario de sueño.