‘Amar es para siempre’: Isidro se siente responsable de la muerte de Ester

La muerte de Ester en ‘Amar es para siempre’ sigue dando mucho que hablar. Tras aparecer su cuerpo sin vida en el suelo del King’s, son varios los sospechosos de asesinato y muchos personajes los que se han visto sacudidos por este trágico suceso. Se trata, sin duda, de uno de los momentos claves de la temporada.

Esta semana seguirá la misma línea argumental de los anteriores capítulos, centrada en la muerte de la joven y el ocultamiento de información. Los secretos, las desilusiones y las crisis vitales se apoderan de los próximos episodios de esta exitosa ficción.

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Los remordimientos de Isidro frente a la muerte de Ester

La muerte de Ester seguirá siendo la narración central en los próximos episodios de ‘Amar es para siempre’. En concreto, en el capítulo 2686, programado para el jueves día 9 de agosto, descubriremos más detalles sobre este misterioso homicidio.

La desaparición de un anillo de Sofía dará algunas pistas sobre la investigación. Sofía echa en falta este complemento y Quintero, por mediación de Benigna, decide ayudarla. Sin embargo, Iván no ve con buenos ojos esta colaboración, lo que siembra las sospechas sobre él. Además, debe lidiar con sus propios remordimientos por ayudar a ocultar el crimen.

Isidro también tendrá que enfrentarse a sus remordimientos, pues se siente responsable de la muerte de Ester. Cree que podría haberla salvado impidiendo que se fuera sola tras toparse con ella a la salida del local.

Victoria, como jefa de diseño de Confecciones Quevedo, acepta el encargo de los uniformes del SEPU. Pero por el momento no cuenta con la ayuda de Elena, que se niega a participar después de confirmar que Federico le fue infiel con Sonsoles y Victoria guardó el secreto. Por otro lado, la opinión de Victoria sobre Lola comienza a cambiar, ya que agradece lo bien que ha cuidado de Malena.

La relación que no parece mejorar es la de Alicia y Malena, algo que provoca la incomodidad de Román, pues Malena no oculta lo más mínimo su hostilidad hacia la primera. Todo lo contrario que siente hacia Lola, pues cada vez están más unidas, lo que no le hace ninguna gracia a Victoria.

Marcelino está preocupado por su hija Lola, a quien nota triste y estresada. De hecho, llega incluso a plantearse hablar con Arnau para esclarecer qué está ocurriendo. Pero su mujer, Manolita, le aconseja que no se meta en su vida personal. Por otra parte, anima a su esposa a matricularse en la academia para hacer el curso de acceso a la universidad.