Caixabank “veta” a los mileuristas de sus hipotecas

Caixabank sigue la dinámica general que mantienen todos los bancos con las hipotecas. Quieren personas solventes, con ahorros y buenos sueldos. Al menos es lo que se desprende de sus condiciones para acceder a una hipoteca. El problema es que las condiciones impuestas por este conocido banco excluye a los mileuristas simplemente por su sueldo. Los requisitos son de sobra conocidos, pero cuando se echan cuentas, sale una realidad incómoda para los sueldos más frecuentes del país.

No solo se trata de tener el 20% del precio de la vivienda como entrada, sino que el hecho de que la hipoteca no pueda superar el 35% de los ingresos mensuales hace imposible que la mayoría de los españoles puedan desbloquear ese imposible acceso a la vivienda. A todo esto hay que sumar un 8% “sorpresa” de gastos de gestión (sobre el total del importe prestado por el banco) y unirlo a la subida de los tipos de interés, que afecta de forma dramática a las hipotecas. Pero donde se ve la realidad es cuando se ponen los números encima de la mesa.

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Pongamos el ejemplo, tal y como ha comprobado MERCA2 directamente con empleados de Caixabank, de un piso de 200.000 euros, un rara avis en Madrid. Sobre este importe, cualquiera que quiera tener acceso a una hipoteca tendría que tener previamente ahorrado no solo los 40.000 euros de la entrada (el 20%), sino que también necesitaría el 8% restante sobre el importe total prestado por el banco (que en este caso sería ese porcentaje sobre 160.000 euros; o lo que es lo mismo, 12.800 euros). Para plantearse el poder acceder a una hipoteca para este piso, el “ahorrador” tendría que tener en el banco nada menos que 52.800 euros. Pero lo más problemático para el trabajador no ha llegado aún.

La política interna de Caixabank, esa que aplica con puño de hierro el departamento de riesgos, impide conceder a una persona una hipoteca cuyo importe mensual exceda el 35% de sus ingresos. Es decir, que para alguien que cobre 1.200 euros, un salario bastante extendido en España, la hipoteca no podría superar los 420 euros. Pero esto no acaba aquí. Los créditos solicitados, ya sea para un viaje, un coche o una moto, también se restan, con lo cual si el trabajador tiene una letra por la compra que sea de 200 euros mensuales, ese 35% se aplica directamente a 1.000 euros, no al sueldo total.

Si a esto le sumamos que los tipos de interés han subido gracias al Banco Central Europeo al 4%, el resultado final es que el importe mensual de las hipotecas está tan disparado que es difícil que un sueldo de un mileurista en España pueda asumir ese 35% que exigen bancos como Caixabank. Pero lo más sencillo es acudir a un simulador de hipotecas empleado por el propio banco para que quede más claro cómo se las tiene que ver un mileurista para hacerse con una hipoteca para una casa de 200.000 euros.

A tipo fijo, las hipotecas rondan actualmente el 4%. Las hay del 5,3%, como es el caso de Caixabank, pero la norma general ronda una cifra más redonda. Con estos datos y dando por hecho que se ha pagado una entrada de 40.000 euros, en una hipoteca a 30 años la mensualidad que quedaría es de nada menos que de 844 euros al mes.

Recopilando los datos, pagando la entrada del 20% y además el 8% de gastos de gestión (es decir, 52.800 euros en total), un sueldo de 1.200 euros tendría que hacer frente a una mensualidad (a 30 años) de 844 euros. Con estos datos, esa norma de que la hipoteca no supere el 35% de los ingresos mensuales de quien la solicita queda en números rojos. Para que esos 844 euros mensuales fueran viables para el banco, es decir, que supusieran ese 35% de sus ingresos, el trabajador debería cobrar al mes (netos y sin tener ningún otro crédito vigente) 2.411 euros.

Caixabank no quiere gente poco solvente. No quiere riesgos y ha obligado, como muchos otros bancos, a que quien quiera entrar en una hipoteca lo tenga que hacer acompañado o con una entrada que implique bastante más que ese 20%. Y no hay que olvidar que estamos hablando de un piso de 200.000 euros. Las cifras se vuelven realmente aterradoras cuando alguien pierde la cabeza y se plantea un adosado de 350.000. Como colofón, solo decir que en España hay nada menos que 15 millones de mileuristas. O lo que es lo mismo, cuatro de cada diez españoles.