El inicio de 2023 ha marcado el regreso de las acciones tecnológicas de crecimiento junto con el auge de la inteligencia artificial generativa (IA) y los modelos lingüísticos de gran tamaño (LLMs). Las mayores empresas tecnológicas del mundo se han beneficiado de la expectación creada por ChatGPT y del rápido aumento del entusiasmo acerca de la IA en general. Nvidia, una de las principales empresas de semiconductores considerada como una de las principales beneficiarias de la IA, es la que más ha avanzado dentro del Nasdaq-100 e incluso se unió al club del billón de dólares de capitalización bursátil hace apenas unas semanas.
El repunte en lo que va de año de las «grandes tecnológicas», encabezadas por Nvidia, ha dado lugar a un fuerte diferencial de rentabilidad del 22,33 % entre el indicador tecnológico más seguido (el Nasdaq-100) y la exposición amplia a la renta variable (el S&P 500). En la Figura 1, las 10 principales participaciones del Nasdaq-100 por su contribución a la rentabilidad (CTR) han registrado conjuntamente un 30,45 % en lo que va de año, lo que representa más del 82 % de la rentabilidad total del índice. Este avance de los principales participaciones del Nasdaq-100, que aprovechan el revuelo acerca de la IA, lleva a los inversores a preguntarse si la asignación al Nasdaq-100 ofrece ya una buena exposición al potencial de inversión a largo plazo asociado a la megatendencia de la IA.
Gráfico 1. Las 10 participaciones que más han contribuido a la rentabilidad del Nasdaq-100 en lo que va de año
Para responder a esta pregunta, tenemos que dar un paso atrás y pensar en el concepto de megatendencias y puntos de referencia en el proceso de creación de carteras. Los índices de referencia suelen considerarlos los inversores como una inversión central, mientras que la inversión temática se utiliza como un juego de mejora de la rentabilidad que se beneficia de la evolución de diversas megatendencias. En el caso del Nasdaq-100, podemos señalar varios argumentos por los que una estrategia temática centrada en el tema de la IA podría ser una mejor opción si el objetivo de un inversor es beneficiarse del potencial de crecimiento a largo plazo que ofrece la IA.
1. El ámbito de la IA representa una amplia variedad de áreas que pueden lograr una mayor adopción y éxito en diversos momentos del futuro. Una estrategia orientada a la IA puede crear exposición a la temática y a sus tendencias en evolución a través de una cesta diversificada de más empresas dedicadas exclusivamente a diversas actividades de IA. A su vez, el Nasdaq-100 se adentrará en este ámbito solamente a través de un puñado de empresas que ofrecerían una exposición menos completa y menos dedicada exclusivamente a la temática.
2. Una estrategia orientada a la IA tiene el potencial de captar las megacapitalizaciones del mañana en una fase temprana y con un peso significativo dentro de la cartera. Los inversores podrían ver invertir en IA a través del Nasdaq-100 como una forma segura de evitar a los perdedores y centrarse en las empresas de IA con más éxito que lograron entrar en el índice de referencia. Sin embargo, este enfoque no permite a los inversores cosechar el potencial de rentabilidad asociado a las empresas más pequeñas desde el principio. Al fin y al cabo, el potencial de crecimiento que impulsa la rentabilidad en el ámbito tecnológico es mayor en las empresas más pequeñas y jóvenes.
Fíjese en Tesla y Nvidia (las dos últimas empresas que han logrado alcanzar un billón de dólares de capitalización bursátil) en Figura 2. Invertir en ellos 3 meses después de su salida a bolsa habría dado lugar a rendimientos anualizados mucho más altos en comparación con los rendimientos después de su incorporación al Nasdaq-100. Además, ambas empresas tardaron entre 2 y 3 años en incorporarse al índice tecnológico de referencia y, una vez lo hicieron, sus ponderaciones iniciales fueron solo entre 0,40 % y 0,50 %. En cambio, las estrategias temáticas pueden invertir en empresas poco después de la fecha de su OPI (oferta pública inicial) y asignarles una ponderación más significativa.
Gráfico 2. Rentabilidad de Nvidia y Tesla poco después de su salida a bolsa y desde su incorporación al Nasdaq-100
3. Una exposición temática satélite puede mejorar la rentabilidad de la cartera ajustada al riesgo mediante una mayor diversificación. El concepto de diversificación fue formalizado por primera vez por H. Markowitz en 1952. Sin embargo, en la práctica, no es viable mantener todas las acciones del ámbito invertible y los inversores se ciñen a índices de referencia amplios para crear su exposición al mercado. En esta situación, la inversión temática representa una forma novedosa de dividir el ámbito de empresas invertibles e identificar oportunidades prometedoras en consonancia con las megatendencias que configuran nuestro futuro. El solapamiento relativamente bajo de las estrategias temáticas con los índices de referencia amplios es lo que las hace especialmente atractivas para una exposición satélite.
Intentar matar dos pájaros de un tiro (es decir, crear un núcleo de exposición tecnológica y captar el potencial de la temática de la IA) utilizando el Nasdaq-100 podría resultar contraproducente. Podría deteriorar la diversificación y la rentabilidad ajustada al riesgo por dos razones: 1) Limitarse a las empresas de IA en el Nasdaq-100 reduce los factores de rentabilidad asociados a la megatendencia de la IA; 2) Los inversores aumentan los riesgos idiosincrásicos en sus carteras asociados a las mayores empresas tecnológicas, muy probablemente recogidos en algunas otras inversiones de la cartera, por ejemplo, el S&P 500.
Conclusión
Las estrategias temáticas centradas específicamente en la IA podrían representar una mejor opción para los inversores que buscan beneficiarse del potencial de crecimiento a largo plazo asociado a la megatendencia, en contraste con la exposición temática ofrecida a través del Nasdaq-100. Al seleccionar la estrategia específica de IA es importante comprender cómo capta cada estrategia el ámbito y alinearla con las creencias de los inversores sobre el desarrollo futuro de la megatendencia. Los beneficios de la diversificación y los posibles factores de rentabilidad asociados a la temática son otras consideraciones importantes que ayudan a guiar el proceso de selección de la estrategia.