viernes, 13 diciembre 2024

La burocracia española ‘expulsa’ a las startups de sanidad

Hace poco en MERCA2 hablamos con Doctomatic, la startup española que espera usar la Inteligencia Artificial para facilitar el día a día de los pacientes crónicos. Desde la empresa informaban de la necesidad de que desde muy temprano en su ciclo de vida, las startups de sanidad pusieran el ojo en otros territorios más allá de la frontera española. Casi como si buscaran dar un ejemplo de ello la compañía Mediktor, que intenta ayudar a los pacientes a realizar su propio triaje, ha puesto el ojo en Japón. 

EL DRAMA

Según ambas empresas, la mezcla de permisos, negociaciones entre el estado y las instituciones privadas y las diferencias de criterio entre las Comunidades autónomas dificultan el día a día de estas compañías. En cambio, países como Japón, más preparados para recibir propuestas tecnológicas en todas sus áreas incluyendo la salud, o regiones como Latinoamérica, que tienen infraestructura para aplicar estos proyectos y tienen que cubrir otra larga lista de carencias, están más dispuestos a eliminar dificultades burocráticas. 

HAY PROBLEMAS SERIO EN LA SANIDAD QUE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS ESPERAN SOLUCIONAR

Parte del drama es que esto ocurre mientras que la salud podría usar estos proyectos para resolver algunos problemas clave de la sanidad española. Desde las listas de espera, tanto en el sistema público como el privado, hasta quitarle carga de trabajo a los de la atención primaria. Son problemas serios que estas nuevas tecnologías esperan solucionar.

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL COMO ACOMPAÑAMIENTO

Una de las grandes piezas de estas dos startups sanitarias es, precisamente, una de las herramientas más aplaudidas y criticadas de la actualidad. La inteligencia artificial es parte clave de ambos proyectos; sin embargo, ambos intentan cubrir este espacio sin eliminar puestos de trabajo. Como lo expresaron en su momento desde Doctomatic la idea es crear un «acompañamiento», y no reemplazar a la medicina humana que entienden es necesaria por temas de empatía.

Mediktor es un caso parecido. Con la idea de permitir a los pacientes avanzar en sus procesos de triaje iniciales, es decir que puedan registrar los datos básicos de una historia médica y ayudar a acelerar los procesos de diagnóstico que toman demasiado tiempo en el día a día de los médicos. 

Son usos interesantes para esta nueva tecnología, todo en medio de una situación crítica. Poder reducir el tiempo que pasan entre diagnósticos esperados y tratos a pacientes crónicos que quizás no necesiten ningún cambio en su tratamiento. Mientras no puedan conseguir más profesionales no es mala idea poder acelerar los procesos de atención sin afectar la salud de los pacientes. 

¿CUÁNTO TARDA LA APROBACIÓN EN ESPAÑA?

Según se explicó desde Doctomatic los procesos legales y de negociación para poder operar y generar ganancias en España pueden tardar hasta un año después de empezar a operar. Estos procesos son, probablemente por necesidad, mucho más rápidos en países como México y Brasil donde la situación los hace más necesarios. Sin embargo, en ambas startups presumen de la buena recepción que han recibido por parte de los sanitarios cuando se les ha dejado operar. 

apuro para aprobar nuevas aplicaciones puede ser complicado, en especial en el caso de aplicaciones médicas que pueden estar a mano de los pacientes

Para ser justos con la situación, lo cierto es que el apuro para aprobar nuevas aplicaciones puede ser complicado, en especial en el caso de aplicaciones médicas que pueden estar a mano de los pacientes, ya que deben ser cuidadosos tanto desde las comunidades autónomas, como desde las diferentes instituciones de salud a la hora de permitir nuevos proyectos dentro de esta área. Es un punto a tener en cuenta; sin embargo, en la sanidad hay motivos para intentar destrabar la situación.

 

LA SANIDAD, EN CRISIS

Para nadie es un secreto que la sanidad española no está pasando por un momento particularmente brillante. La falta de profesionales, los problemas de tiempo para atender clientes, y las dificultades del día a día se han ido acumulando tras el colapso pandémico y las huelgas y protestas en varias comunidades, que no son solo Madrid, evidencian como se ha acumulado problemas desde el confinamiento en 2020.

Este tipo de situaciones deberían abrirle la puerta a la innovación y, así como en otras áreas se han hecho planes de choque para enfrentar algunas dificultades especiales, no sería mala idea plantearse estrategias para ayudar a las startups de sanidad. Además de ser un negocio, que permita nuevas inversiones en tecnología a nivel local, sería un salvavidas necesario para un sistema de salud profundamente afectado.


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