El sector inmobiliario mira ya hacia 2023

En una semana se cierra uno de los años más inestables que se recuerda en el sector económico. Y es que, el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 fue tal catástrofe que esos años permanecen al margen de cualquier análisis económico comparativo.

Sin embargo, 2022 ha sido más que raro. Si bien, el año comenzó esperanzado, debido a la recuperación que el tejido empresarial ya comenzaba a notar tras la crisis sanitaria (y posteriormente también económica y social), rápidamente las nubes de la recesión y la crisis volvieron asaltar la economía mundial.

«2023 será un ejercicio de incertidumbre que pueden condicionar el crecimiento de la actividad inmobiliaria»

Las tasas inflacionistas comenzaron una tendencia alcista, la guerra de Rusia y Ucrania alertó a la comunidad internacional y la crisis de suministros, de luz y petróleo principalmente, pusieron en jaque la economía mundial.

A pesar de todo, el sector inmobiliario no ha salido todo lo mal parado que los expertos auguraban a principio de años. Con todo, las precauciones son pocas, aunque hasta ahora el sector inmobiliario tan solo haya experimentado un ligero enfriamiento en sus cifras.

Uno de los más precavidos al respecto es Pedro García, CEO y fundador de Unibo Neobank. En palabras de García, “2023 será un ejercicio lleno de incertidumbre que pueden condicionar el crecimiento de la actividad inmobiliaria”. Y es que no solo se trata del mercado inmobiliario sino también del sector de la construcción.

Hace ya meses que se han paralizado las obras de construcción de alguna de las nuevas promociones debido a los altos costes que supone levantar hoy en día un edificio. Por eso, resulta fundamental, según explica el mismo García, “el uso de herramientas tecnológicas aplicadas al sector que permitan optimizar multitud de procesos y actividades para ganar terreno”.

LOS RETOS DEL FUTURO

Por eso uno de los grandes desafíos del sector inmobiliario para 2023, y también a largo plazo, es el avance tecnológico y todo lo que implique una evolución, porque “el proptech ya es parte del presente”.

 Nuevos términos han invadido el sector inmobiliario como nuevas formas de convivencia y por lo tanto de construcción

Además de la tecnología, las voces más profesionales instan a conocer otro de los retos de 2023, las nuevas formas de convivencias. Las promociones residenciales y la construcción de nuevos hoteles han dado paso a términos como el coliving y el cohousing. Y para las promotoras inmobiliarias también hay novedades: build to rent, construir para alquilar.

Los retos a los que se enfrentarán los profesionales inmobiliarios en 2023 estarán bastante condicionados por la tasa mensual de inflación y por la subida de los tipos de interés, sobre todo referido al mercado inmobiliario residencial y a la firma de hipotecas.

Desde hace algunos meses el precio de la vivienda no para de crecer, aunque en las últimas semanas lo ha hecho de manera más lenta, un enfriamiento que el sector espera no acuciar demasiado en 2023.

Las transacciones de compraventa de viviendas han crecido un 11,4% más en noviembre y en relación con el mismo periodo del año anterior

De hecho, aunque el valor de la vivienda haya aumentado las operaciones de compraventa han marcado máximos históricos desde hacía 15 años. La salud del mercado no está tan mal. Otra cosa es habar a medio plazo.

También lo confirma el XIII Barómetro Inmobiliario, publicado por la Unión de Créditos Inmobiliarios yreferido al sentimiento de mercado de los profesionales inmobiliarios: “Un mercado inmobiliario resiliente y profesionales con foco en las necesidades de las personas y en la rehabilitación del parque inmobiliario serán las claves para afrontar un 2023 desafiante”.

¿QUÉ SUCEDERÁ EN 20223?

Vistos los últimos datos publicados por el INEM, con los datos de la compraventa de viviendas más alto, las previsiones son más optimistas de lo imaginado.

¿Bajará el precio de la vivienda? Por supuesto que bajará. Estos últimos meses de aumentos han sido la excepción dentro de un momento estable para el mercado inmobiliario. Desde la recuperación en 2017 del estallido de la burbuja de 2008, el precio de la vivienda se ha mantenido estable, con la salvedad de los meses de pandemia y confinamiento cuando el valor descendió bruscamente.

No obstante es destacable que el precio bajará pero de una forma ligera. Algunos expertos indican que incluso pasarán un par de años hasta que realmente el mercado note el descenso de los precios.

De otro lado, igualmente se espera un enfriamiento de las operaciones de compraventa, aunque de igual manera y de forma paulatina. Las subidas de tipos de interés no han hecho mella en los inversores y en un sector inmobiliario que por fi resiste las embestidas económicas que otros sectores lloran.

Elena García
Elena García
Periodista especializada en contenido económico, de finanzas e inmobiliario.