Alitas de pollo al limón: el truco para que queden crujientes

Quien más y quien menos, todo el mundo conoce las alitas de pollos, las ha comido alguna vez o incluso las ha cocinado. Ya sean al horno o fritas, se trata de un plato bastante económico y que suele gustar a todo el mundo, también a los más pequeños de la casa. Pero, dada su popularidad, también existen recetas que le dan un toque diferente al plato, y con el cual es posible sorprender a la familia y a los amigos. Es el caso de las alitas de pollo al limón.

¿Quieres saber cómo prepararlas para que queden lo más sabrosas y crujientes posible? Pues no pierdas detalle, porque te lo contamos.

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Echar el zumo de limón

Si uno no tiene mucho tiempo, como suele ser habitual en los tiempos que corren, simplemente es necesario rociar las alas con abundante zumo de limón (limón exprimido, vaya), y después añadirle el ajo, el aceita, la sal y la pimienta. Si en cambio se quiere un resultado aún mejor, es recomendable dejar marinando un poco el pollo. Ya se sabe que esta ave no destaca por su sabor, así de primeras, por lo que cuanto más tiempo permanezca en contacto con los otros ingredientes, mejor sabrá después. Si se pasa unas horas en la nevera, en un bol, mejor que mejor.

Por ejemplo, tampoco falta quienes le añaden un poco de salsa de soja, un chorrito de cerveza e incluso azúcar, para contrarrestar en cierto sentido la acidez natural del limón.