Sanitas y Quirónsalud mantienen buena reputación de cara a la «Ley Darias»

A pesar de las preocupaciones latentes dentro de la sanidad privada por la nueva «Ley Darías», los resultados del Monitor de Reputación Sanitaria, publicado como todos los años por el grupo Análisis e Investigación, han mostrado que los ciudadanos españoles aún confían en los hospitales privados. En concreto, tanto Quirónsalud como Sanitas cuentan con algunos de sus centros dentro de los 10 con mejor reputación. 

Es una imagen prometedora, que además muestra que los españoles confían tanto o más que antes en la sanidad privada tras la pandemia. Mientras que, por su lado, el Gobierno apunta a, cuando menos, complicar los procesos para que este tipo de empresas puedan colaborar con el sistema de sanidad público a través de conciertos o modelos de copago.

MADRID Y BARCELONA LAS QUE MÁS CONFIANZA TIENEN

Las dos ciudades más importantes de España son también las dos con una mejor reputación en el área de la sanidad. Es una señal interesante, pues además son dos de los territorios donde hay una mayor presencia del sector privado dentro del mundo de la salud. De hecho, en el caso de la capital, uno de los hospitales mejor calificados es justamente el Hospital Universitario Quirónsalud y no está demasiado lejos el Hospital Universitario de Sanitas en la Zarzuela.

Sin embargo, en ambos casos son hospitales de gestión pública los que se mantienen a la cabeza del ranking. En el caso de Madrid es el Hospital Universitario La Paz, que tendra una reforma masiva durante 2023, y en Barcelona se trata del Hospital Clinic de Barcelona. A pesar de ello, se trata de casos en los que se permite la entrada de inversión privada para investigación y suavizar la carga del estado en algunos servicios, cosa que se complicará con la nueva ley de equidad, universalidad y cohesión sanitaria.

No son los únicos hospitales privados que aparecen en el ranking con el Centro Médico Teknon administrado por Quirónsalud y el Hospital Universitario de Sanitas en La Moraleja. Son números bastante positivos para los dos gigantes sanitarios, que pueden sacar pecho de cara a los señalamientos en contra de la sanidad privada de los últimos días.

EL TEMOR POR LA NUEVA LEY

Para los hospitales privados la buena reputación es un dato importante, que además se junta con buenos números tanto para las empresas como para las aseguradoras. La salud privada ha sumado más gente en los últimos tres años debido a la pandemia y la cada vez más evidente congestión en el sistema público no hace más que empujar a cada vez más personas a buscar otras opciones.

A pesar de ello, se insiste desde el Gobierno en la aprobación de la «Ley Darías». Si bien esta supuestamente contemplará algunas excepciones, una de las grandes exigencias desde los partidos catalanes que apoyan al Ejecutivo, las empresas privadas han argumentado una y otra vez la necesidad de la cooperación entre ambas partes para que siga funcionando el sistema español de salud. 

«a día de hoy, sería impensable que la Comunidad de Madrid diera respuesta sin esos modelos», dijo EL CONSEJERO DE SANIDAD, ENRIQUE RUIZ ESCUDERO

Es un argumento que se ha repetido también desde la Comunidad de Madrid, que cuenta con 6 hospitales en el top 10 del ranking, donde aseguran que ni su sistema de salud ni el de ninguna otra comunidad autónoma podían funcionar sin la colaboración con el sector privado. En su momento, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, defendió justamente los modelos de colaboración. «En algunas comunidades tiene más peso que en otras, pero desde luego a día de hoy sería impensable que la Comunidad de Madrid diera respuesta sin esos modelos», dijo.

INVERSIONES A LARGO PLAZO 

En cualquier caso, la sanidad privada está invirtiendo lo suficiente como para mantener los buenos números. Los procesos de digitalización y la inversión en tecnología son puntos que se ven claves en los proyectos de ambas partes tanto al mediano como al largo plazo. Son formas de seguir llamando pacientes, aun si la ley que les permite trabajar de la mano con la sanidad pública llega a ser aprobada por el Congreso. 

Al mismo tiempo empiezan a evidenciarse alianzas claras, como la de Sanitas con Generali, buscando asegurarse los pacientes afiliados a aseguradoras específicas. Son casos que probablemente se multipliquen en los próximos meses a medida que estén buscando nuevas opciones para atraer los clientes para recuperar los ingresos que pueden perder al perder los conciertos y copagos con el estado. 

Tampoco es el único problema que han debido enfrentar desde la sanidad privada. Recientemente, los profesionales autónomos han reclamado por las bajas cuotas que reciben desde las aseguradoras. Es un problema que deberán resolver pronto si no quieren perder una buena parte de los profesionales que necesitan si quieren realmente funcionar como una opción ante las largas filas de espera.