La voracidad de Atresmedia provoca la venganza de Pablo Iglesias

Atresmedia no soñaba con ser el nuevo Grupo Prisa a través de La Sexta, que nació sin los complejos ideológicos ni los servilismos de El País respecto a la monarquía o el Ibex35. José Manuel Lara Bosch, en realidad, quería ser ser Juan March, editor al alimón del matutino obrerista La Libertad y el conservador vespertino Informaciones antes del golpe del 36 financiado por el propio ‘pirata del Mediterráneo’ (que acabaría sus días intentando derrocar a Franco).

DE PLANETA A AZNAR

El hijo del fundador del Grupo Planeta, José Manuel Lara Hernández, que tanta fortuna haría al calor del franquismo, se metió en política para orillar la exitosa editorial familiar hacia mares más impetuosos, la política.
 
Lara Bosch puso sonrisas y dinero a las pérdidas de tres ruinosos medios aznaristas (la histórica Radio España, Quiero TV y La Razón) a cambio de, Luis María Anson mediante, conseguir un privilegiado puesto de salida en la subasta monclovita para ofrecer una de las dos teles privadas en abierto y una de las tres cadenas de radio (Antena 3 y Onda Cero, en manos de la recién privatizada Telefónica).

PEDRO JOTA RAMÍREZ

Aznar nunca se acabó de fiar de Pedro J. Ramírez y el punto, set y victoria del partido de pádel mediático fue para el Grupo Planeta, que encauzó el ruinoso negocio audiovisual hacia unos beneficios que se acrecentaron cuando ya con Mariano Rajoy en el poder se hizo con La Sexta, premio para Mauricio Casals por apoyar al ‘Don Tancredo’ gallego sin las tutelas que pretendían Jiménez Losantos, Julio Ariza o el propio Ramírez.
 

La SextA garantizaba la transversalidad de un holding ligado al periódico más identificado con el PP: La Razón

 
La Sexta, que evolucionaba hacia la actualidad de la mano de Évole o Wyoming bajo la atenta dirección de Antonio García Ferreras, garantizaba la transversalidad de un holding ligado al periódico más identificado con el PP: La Razón.
 
Lara Bosch, que ya había amagado con la heterogeneidad ideológica al comprar el Avui, vio con simpatías como La Sexta se convertía en una especie de Intereconomía TV de izquierdas y con más presupuesto, una CNN+ entretenida, una Fox News democrática…
 
El grupo, por esas fechas, se convertía en contratista de los directores de los principales nativos digitales, algunos sin demasiado tráfico, que encontraban generoso altavoz.

TRES ENEMIGOS DE ATRESMEDIA

José Manuel Villarejo ha perdido el control de su mayúsculo archivo y previsiblemente el CNI o Interior están repartiendo archivos para que vean la luz en medios progubernamentales con ánimo de frenar la dinámica que lleva al PP a La Moncloa, El País que ha aireado las conversaciones sicilianas de Cospedal y Fernández Díaz con la anuencia de dos de las cuatro personas clave del nacimiento de La Sexta, Miguel Barroso y José Miguel Contreras (íntimos de Sánchez y hoy enemistados con Atresmedia)
 
O para hacer daño al establishment desde las libres orillas ideológicas, el izquierdista Crónica Libre de Patricia López (que se largó de Público por el pacto Roures-Villarejo que relajó ocasionalmente los llamativos silencios del diario hacia los delitos de Sanz Roldán), el independentista El Mon o la plataforma de Telegram de Alvise Pérez.
 
Rebotan estas informaciones medios cercanos a Vox (Periodista Digital y Estado de Alarma que están comandados respectivamente por Alfonso Rojo y Javier Negre..

UNIDAS PODEMOS

 
Y también lo hace el grupo que lidera Pablo Iglesias, que tras dejar el Gobierno se venga de la distancia y hostilidad de Atresmedia respecto a Unidas Podemos desde sus ventanas mediáticas (Cadena SER, ‘La Base’ de Público, Ctxt, RAC1, TV3, ETB, Gara o Ara) y las de la propia coalición (cuentas de Twitter de ministros, LuhNoticias o Mundo Obrero).
 
Iglesias parece que se sintió utilizado como un kleenex por Atresmedia, que según algunas teorías inflamó Podemos a partir del segundo semestre de 2014 para rebajar la subida del PSOE y desinfló a los morados desde inicios de 2016 para atenuar el pánico del establishment ante el acceso de la izquierda alternativa a La Moncloa.

VICTIMISMO DEL EXVICEPRESIDENTE

 
El exvicepresidente utiliza cierto victimismo respecto a Atresmedia, que ni mucho menos es el único culpable de la cacería que sufrió Podemos con mentiras y dinero de Interior (ahí está el falso Informe PISA que publicó Ana Terradillos en la SER).
 
También es cierto que el grupo mediático, si quiere ser honestamente transversal, debiera dar cabida a alguna voz que defienda a Podemos, que abraza con alegría su guerra contra Antonio García Ferreras para recuperar la fuerza perdida.