Adif Alta Velocidad (Adif AV), la entidad pública que gestiona las vías de tren de alta velocidad de España, obtuvo unas pérdidas de 425,4 millones de euros, lo que supone recortar en un 7,6% los ‘números rojos’ de 460,8 millones de euros registrados el año anterior.
El principal impulso provino del incremento del 22,8% en el tráfico ferroviario, toda vez que se iban levantando las restricciones a la movilidad impuestas para frenar el Covid-19, lo que repercutió en los cánones que cobra a los operadores por el uso de la red.
Así, según se refleja en las cuentas anuales aprobadas por su consejo de administración, los ingresos crecieron un 19,3%, hasta 390,6 millones de euros, en línea con el incremento del 21,7% registrado en el cobro de cánones, que ascendieron a 326 millones de euros.
El mayor dinamismo en el tráfico se dio en las líneas Madrid-Valladolid-León-Zamora, que creció un 38,84%; Madrid-Barcelona-Frontera francesa (+32,03%) y Madrid-Levante (+31,28%). Actualmente, la red que gestiona Adif AV concentra 3.762 kilómetros, por la que circulan una media de 783 trenes al día, así como 46 estaciones y un número de usuarios cercano a los 100 millones.
La mejora en los tráficos, sumada al plan de optimización del gasto implementado por la empresa, elevó el resultado bruto de explotación (Ebitda) a 58,7 millones de euros y permitió a la compañía volver a las cifras positivas, tras la pérdida en el Ebitda de 8,5 millones de euros registrada en el ejercicio anterior.
MÁS DE 2.000 MILLONES EN LICITACIONES
A pesar de un contexto aún marcado por el impacto negativo de la crisis sanitaria, Adif AV realizó un total de 396 licitaciones por un importe de 2.229 millones de euros, en contraste con los 1.001,5 millones de euros del año precedente.
El número de adjudicaciones se situó en 394, con un montante global de 1.885 millones de euros, multiplicando por cuatro los 476,3 millones de euros de 2020. Asimismo, las inversiones de construcción en nuevas líneas totalizaron 1.090 millones de euros.
El gasto en labores de mantenimiento de la red de alta velocidad ascendió a 327,7 millones de euros, con una media de 87.900 euros por kilómetro, una cifra por encima del destinado en 2019, antes de la pandemia.
La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero durante el ejercicio ascendió a 15.016 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y el porcentaje de energías renovables utilizado se elevó al 89,8%, en línea con su objetivo de ser neutra en carbono en 2050. Además, todas sus compras tuvieron como base criterios responsables.