Desde que comenzase la pandemia hace casi ya dos años, las empresas que más beneficios están sacando de esta situación son las farmacéuticas. Sin embargo, estas compañías saben que tienen que invertir correctamente los ingresos que están obteniendo con la venta de las vacunas para potenciar su negocio en el futuro. El claro ejemplo de esto son GSK y Johnson&Johnson. Ambas compañías han optado por dividir los negocios de su marca para incrementar sus beneficios.
Divide y vencerás. Este es el lema que han puesto de manifiesto GSK y Johnson&Johnson. La empresa dedicada al sector salud está siendo noticia estos días por rechazar una oferta millonaria de parte de Unilever. La empresa que está detrás de Dove o Magnum se habría interesado, concretamente, por su división de consumo, es decir, GSK Consumer Healthcare.
Esta pata de la empresa comercializa, entre otras, marcas como Sensodyne, Advil, Voltaren, Panadol y Nicotinell. Actualmente cuenta ya con más de una docena de productos en su porfolio. Para entrar en este negocio, Unilever había hecho una propuesta de 60.000 millones de euros. Una oferta más que jugosa, lo que nos hace pensar la enorme rentabilidad que está teniendo este negocio. Sin embargo, GSK lo ha rechazado al considerarla escasa.
Esta empresa dedicada al cuidado de los consumidores en el área de la salud no para de cosechar éxitos a pesar de no haber completado la escisión. Según afirman en su web, «el 1 de agosto de 2019, anunciamos que habíamos completado nuestra transacción con Pfizer para combinar nuestros negocios. Dentro de los tres años posteriores al cierre de la transacción, tenemos la intención de separar el Joint Venture a través de una escisión».
GSK y J&J han dividido sus empresas en dos vías: la farmacológica y la de consumo
GSK SIENTA LAS BASES
A mediados de este año, la compañía vertebrará su brazo de Consumer Healthcare en una compañía independiente. De esta manera, potenciará, por un lado, su área de farmacología y vacunas y, por otro, el de negocio de consumo. Con esta decisión, la compañía espera liderar ambos segmentos.
La nueva restructuración de GSK prevé generar durante los próximos cinco años un crecimiento en ventas de más del 5% y un incremento de las ganancias operativas ajustadas mayor al 10%, a tipos de cambio constantes y tomando el 2021 como año base. Este anuncio que hizo la empresa en junio de 2021 supone cambiar todo el tablero de juego para el sector de la salud.
De hecho, las réplicas no tardaron en llegar. En noviembre del pasado año, Johnson&Johnson comunicó su decisión de dividir la empresa, tal y como había anunciado una de sus principales rivales. La compañía espera completar la escisión de la filial farmacéutica y la parte dedicada al negocio de consumo en un periodo entre los 18 y los 24 meses. Además, tiene la firme intención que las dos divisiones de la empresa coticen en Bolsa.
La idea que persigue Johnson&Johnson es muy similar a la GSK, ser la líder del mercado. La empresa estadounidense entra en la puja con marcas tan conocidas como Neutrogena, Listerine y Band Aid. Además, también quiere ser la campeona con su otra filial. Según comenta la empresa, «Johnson & Johnson seguiría siendo tras la separación la mayor empresa farmacéutica del mundo y continuaría con su compromiso de liderar la I+D e innovación del sector de salud».
«El mejor camino a seguir para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo y satisfacer mejor las demandas de los pacientes y los consumidores es hacer que nuestro negocio de consumidores opere como una compañía de atención médica separada», explicó el presidente y consejero delegado de la empresa, Alex Gorsky.
JOHNSON&JOHNSON NO DESVELA DETALLES
Johson&Johnson aún ha desvelado pocos detalles de su plan. Por ejemplo, se desconoce el nombre de estas nuevas empresas o cuanta rentabilidad esperan conseguir. Sin embargo, la empresa estadounidense mira muy de cerca a la británica y los pasos que esta da para seguirlos.
A falta de saber el resultado del ejercicio de 2021, J&J estimaba que los ingresos para la filial de salud que iban a cosechar durante el pasado año rondarían los 77.000 millones de dólares. Esta cifra es muy parecida a la de Pzifer de la mano de GSK. Además, hay que contar con un factor clave: J&J ya no distribuye su vacuna Janssen, lo que les recorta los ingresos.
Por su parte, la parte dedicada al negocio del consumidor va viento en popa. La compañía genera unos ingresos medios anuales de unos 70.000 millones de euros. De esta manera, consigue entrar a competir con los gigantes del sector como son Procter & Gamble o L’Oréal. Solo hace falta ver como GSK y J&J completan estas escisiones en los tiempos marcados por cada compañía para saber si el resultado es tan brillante como esperan.