DSV ha mantenido activas las seis rutas de importación de mercancías por vía ferroviaria que tiene entre Portugal, España y China como contrapeso a los colapsos que se están generando en los puertos de este último país, que provocan un desabastecimiento de materiales en España.
La compañía ofrece salidas semanales de grupaje ferroviario desde Shangai con entregas en ambos países y tiempos de tránsito de entre 30 y 32 días, principalmente Madrid, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Sevilla y Oporto. La multinacional consolida todos los envíos LCL (mercancía de varios clientes agrupada en un mismo contenedor) en sus propias instalaciones en China y posteriormente transporta los contenedores a las terminales ferroviarias de salida y llegada ubicadas en varias ciudades del país asiático.
«Podemos decir que antes de la pandemia apostamos fuertemente por la conexión ferroviaria entre Asia y España con medios propios DSV y equipos dedicados y esta solución está siendo clave para nuestros clientes en el complicado escenario actual», comenta el responsable regional de DSV A&S para España y Portugal, Iban Mas.
Asimismo, una vez que el tren entre en territorio europeo, la compañía solo utiliza servicios con tracción eléctrica. «Las empresas cuyas mercancías literalmente ‘perdieron el barco’ de China, anteriormente tenían que reservar un costoso transporte aéreo para que sus mercancías llegaran a su destino a tiempo. El ferrocarril ofrece ahora una solución flexible y respetuosa con el medio ambiente para llevar mercancías a Europa, un transporte varias veces más económico que el aéreo», añade Mas.