Cómo diferenciar la apendicitis de un dolor estomacal

Hay muchas razones por las que te puede doler el estómago, como podría ser por un virus estomacal, o simplemente por haber comido demasiado.

Pero antes de pensar en cómo quitar el dolor de barriga, o en usar algún remedio, ten en cuenta que podríamos estar hablando de apendicitis. Usar algún remedio o fármaco en este último caso, sin saber lo que se tiene, podría ser catastrófico.

El problema de los síntomas de la apendicitis es que son comunes a otras muchas enfermedades, lo que puede llevar a confusión.

A continuación vamos a hacer un listado de sus síntomas. Tener un par de ellos puede que no nos diga nada, pero tener todos o la mayoría podrían referirse a una irremediable apendicitis.

¿Cuáles son los síntomas de la apendicitis?

Todos tenemos claro cuál es el síntoma más común de la apendicitis: un dolor intenso en el abdomen, pero podríamos estar hablando de una gastroenteritis. Por ello, también se deben buscar estos síntomas:

1. Dolor que se desplaza

Lo primero que notará un paciente que padece de apendicitis es una molestia en el centro del abdomen. Incluso podrían llegar a parecer retorcijones y derivar en diarrea. Precisamente, estos mismos síntomas son los de las gastroenteritis, así que en esta primera fase sería complicado ver alguna diferencia.

La situación se aclara con el paso de algunas horas: el dolor que produce la gastroenteritis irá moviéndose a lo largo del abdomen, en concreto, hacia el área inferior derecha de este, muy cerca del hueso de la cadera.

No es un síntoma que nos revele al 100% la presencia de apendicitis, pero empezaremos a darnos cuenta de que no es un dolor habitual.

2. Zona en la que se produce el dolor

Si acudimos a urgencias por un dolor en la zona del abdomen, el especialista confirmará o descartará que se trate de apendicitis una vez determinado el área exacta en la que te duela.

El dolor de apendicitis se concentra en la zona centro del abdomen y se va desplazando hacia a los genitales. Esta es la razón por la que algunos de sus síntomas se pueden confundir con cólicos:

  • Importante: es posible padecer de peritonitis y que no se tenga dolor. Si fuese una apendicitis, la infección se habría producido en la cavidad abdominal. Si fuese una peritonitis, la infección podría haberse extendido a todos los espacios peritoneales.

3. Pérdida del apetito

La pérdida del apetito también apunta a apendicitis.

La aparición del síntoma tiene una justificación lógica: es el primero que aparece después de que se haya producido la infección y el dolor. Lo que ocurre es que el intestino se bloquea como manera de protegerse.

En este caso, el cuerpo elimina el apetito y no permite el acceso de ningún alimento. Este sistema defensivo trata de evitar más daños en el tubo digestivo al existir una importante infección en el mismo.

4. Inflamación en el abdomen

Ya hemos visto que cuando se padece de apendicitis, el movimiento de los intestinos queda bloqueado. Esto también tiene otros efectos, como la acumulación de gas interno. Esta variación nos provoca la sensación de estar llenos, aunque no hayamos ingerido ningún tipo de alimento.

El motivo del síntoma es la acumulación de gases por la paralización del movimiento del intestino. El paciente no suele ser capaz de eliminarlo como lo haría de costumbre.

Cuando es posible sentir un cierto alivio una vez que se ha vuelto del baño, el dolor y la inflamación no suelen tardar en manifestarse de nuevo.

5. Dolores cuando se respira hondo

Otra forma de saber cómo diferenciar la apendicitis de un dolor estomacal la encontramos en el efecto de respirar hondo.

En este primer caso, el dolor será extremo cuando respiremos de forma profunda, o cuando hagamos un movimiento repentino.

Esto se explica porque el aire que entra incrementa la presión y esto afecta al dolor por apendicitis.

En el caso de que se incremente el dolor en unas horas, será el indicativo de que el paciente se está enfrentando a una peritonitis en estado avanzado.

6. Náuseas y vómitos

La apendicitis puede provocar más náuseas que vómitos.

Si llega a haber vómito es porque el dolor que se manifiesta es tan grave que el estómago se revuelve.

7. Fiebre

Otra forma de diferenciar la apendicitis de un dolor estomacal es la presencia de fiebre. Esta suele empezar a partir de los 38ºC y se va elevando hasta alcanzar los 39-40ºC, a medida que sube el dolor y se grava la infección.

Aquellos pacientes que tienen una sensibilidad mayor a las infecciones pueden manifestar fiebres más elevadas.

¿Cuándo ir al médico?

En el caso de que se tengan los síntomas ya descritos y el dolor sea intenso, es recomendable acudir a ver al experto cuanto antes.

Este se encargará de determinar si es un dolor estomacal o una apendicitis.