Las formas más originales (y sanas) de hacer un huevo frito

El huevo frito es un plato universal. Una de las primeras recetas que se aprende, por su sencillez y versatilidad. Si se te estalla la yema, los puedes convertir en huevos revueltos. Según el grado de temperatura del aceite que se utilice (y su cantidad) conseguiremos el ansiado huevo frito perfecto: para unos, con su puntillita, para otros, plano y solo hecho en su punto. Sin embargo, hay mil y una formas de hacerlos que no sean siempre iguales. Y no nos estamos refiriendo a los típicos huevos nido con pan o huevo sin aceite al horno. Nosotros te traemos las recetas más locas y originales para preparar huevos fritos fáciles y sencillas de hacer.

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SAQUITO DE HUEVOS

Una forma muy parecida a la que acabamos de ver para hacer huevos fritos diferentes son los saquitos de huevo, que pueden hacerse sencillos, con tan solo el huevo, o con sorpresa incorporada (especias, verduras, panceta, jamón, chorizo…). Además de ser muy original es tan sencilla de hacer como separar las claras de las yemas, reservar estas en frío mientras se baten las claras. Se pasan por una sartén sin apenas aceite, calculando las cantidades con una cuchara, que nos servirá para extenderla y que se haga rápido. No se da la vuelta, solo se deja que se haga y se saca como una crëpe a un plato. Sobre ellas se pone cada una de las yemas reservadas y se cierra a modo de saco. Se calienta la sartén con abundante aceite -de hecho, si tienes freidora es mejor hacerlos ahí- y cuando esté bien caliente, se sumerge unos segundos en ella.

SAQUITOS

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