El cierre y las medidas restrictivas en la hostelería han pasado factura no sólo a Mahou San Miguel, cuya cifra de negocio cayó un 10,5% en 2020, sino también al resto de las cerveceras. Sobre todo, a aquellas más pequeñas, o artesanales. De hecho, entre los pequeños cerveceros, la producción ha caído un 47%. Y, una de cada tres, se ha visto obligada a echar el cierre, según un informe de la consultora Foqus sobre el impacto de la pandemia en el sector.
Una situación que ha dado lugar a que parte de esas cerveceras hayan puesto el cartel de ‘se vende’. Y Mahou San Miguel no va a ser ajena a esta especie de llamada. “Tenemos la intención de seguir reinvirtiendo”, subrayó Alberto Rodríguez-Toquero durante la presentación de resultados. Y remarcó: “Estamos pendientes de cualquier oportunidad que pueda surgir en el mercado español alrededor de nuestro negocio”.
Varias son las oportunidades que se le presentan a Mahou San Miguel en este escenario en España. Porque, el campo de acción que abarcan estas cerveceras artesanas, es lo de más variado. No sólo en cuanto a diferenciación de producto: nuevas texturas, sabores, o materias primas, que podrían sean de su agrado. También en su campo de acción. Aumentar su presencia en determinados territorios, aportando más jugadores a su portfolio, sería otro punto a favor.
Conviene recordar que las cerveceras artesanales tienen una gran dependencia de la hostelería local. Y se han visto obligadas a cerrar, o están en el límite, porque carecen de acceso a otros canales de venta.
Acabar en las redes de Mahou San Miguel podría abrir las puertas a la exportación a las compañías artesanales, o a otro tipo de distribución. De esta manera, la previsible compra sería amortizada sin dilatarse tanto en el tiempo. Sin olvidar el precio. En estos momentos de pandemia, y al igual que sucede en otros sectores, se ha desinflado. Circunstancias favorables a futuribles compras.
OTROS MERCADOS PARA MAHOU SAN MIGUEL
A lo largo de los últimos años, las cerveceras artesanas fueron creciendo de manera paulatina, tanto en número como en tamaño. La hostelería había sido su principal impulsor, incluso llegando algunas de ellas a ocupar parte de los lineales de importantes cadenas de alimentación. Pero, con la pandemia, conseguir un hueco se ha convertido en un duro campo de batalla donde los grandes juegan la baza del precio.
La pandemia ha frustrado el sueño para un tercio de ellas. Algunas, como La Virgen, por ejemplo, tuvieron la suerte de atraer a la multinacional belga ABinbev. Fue en 2016. Y si no hubiera por esta inversión, ahora mismo su situación sería diferente. La jugada podría repetirse entre Mahou San Miguel y otras cerveceras artesanales.
Más allá de España, Alberto Rodríguez-Toquero quiso destacar la “vocación internacional”, de Mahou San Miguel. Estados Unidos es uno de los mercados donde también buscarán nuevas oportunidades. “Nuestra experiencia allí es muy satisfactoria”, indicó.
De momento, su intención es la de mantener el volumen del negocio en tierras del Tío Sam. “Este año, Estados Unidos tiene un mejor comportamiento, pero la volatilidad sigue siendo altísima”, aclaró el director general de Mahou San Miguel. En un segundo plano, estaría Reino Unido. “Hay una altísima demanda. San Miguel es una marca que hay que tener y potenciar, según demandas los británicos”, concluyó.
