5 miedos típicos al emprender y las mejores formas de superarlos

La experiencia de cada persona al abordar el emprendimiento puede ser diferente, pero podemos identificar una serie de miedos típicos al emprender que están presentes en la mayoría de los casos. No pasa nada por reconocerlos, porque lo que tenemos que hacer es enfrentarnos a ellos. Pero, para ponerte las cosas un poco más fáciles, vamos a ver cómo puedes superarlos.

Aunque vistos desde fuera puede parecer que no son demasiado graves, lo cierto es que este tipo de miedos pueden llegar a ser bastante paralizantes. Si te dejas atrapar por alguno o varios de ellos lo más probable es que tu idea nunca llegue a convertirse en una realidad, o que cometas errores importantes en la puesta en marcha de tu proyecto. Para que esto no te suceda, presta atención a lo que vamos a contarte.

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Miedo a delegar, el más desconocido de los miedos al emprender

miedo a delegar

Ya sea por necesidad o por voluntad propia, muchos emprendedores se orientan hacia la microgestión. Un modelo de administración de su negocio en el que ellos se encargan absolutamente de todo. Esto, que puede ser bueno, también tiene su lado malo, porque muchos acaban desarrollando un importante miedo a delegar, al pensar que solo ellos son capaces de hacer las cosas bien.

Y las consecuencias de ese miedo se acaban notando a medio y largo plazo. Porque tarde o temprano todo emprendedor acaba necesitando ayuda, y mucho más si su negocio va bien. Atender a los clientes, preparar presupuestos, contestar emails, llevar las redes sociales, facturar, poner al día la contabilidad, etc. Son tareas que son totalmente necesarias en un negocio pero que es imposible que asuma una sola persona.

Si tienes miedo a delegar y sigues pensando que puedes hacerlo todo tú solo, al final lo único que vas a conseguir es pasar a una situación de estrés crónico que hará que no disfrutes nada de tu aventura empresarial.

La clave para superar este miedo está en empezar a abrirte y confiar en las capacidades de los demás. Empieza delegando tareas secundarias pero necesarias en tu negocio, como el marketing o la gestión de las citas con tus clientes. Si te rodeas de personas de talento, comprobarás que tu calidad de vida mejora y también la calidad de tu trabajo.

Mayka J.
Mayka J.
Jurista por formación y escritora por vocación. Llevo más de diez años dedicada al mundo de la redacción con especialidades como Derecho, pymes, autónomos, emprendimiento y marketing digital.