La adquisición de todos los activos ferroviarios de Bombardier por parte de Alstom en todo el mundo por 5.500 millones de euros, operación que ha culminado este viernes 29 de enero, supondrá la creación de un gigante del sector en España que contará con más de 3.000 trabajadores.
A partir de este mismo viernes, una vez formalizada la adquisición, todos los centros de Bombardier Transportation han pasado a formar parte de la multinacional francesa, lo que incluye también su denominación, pasando a llamarse ahora Alstom, según informan a Europa Press en fuentes de la compañía.
Durante las próximas semanas, la dirección mundial de Alstom comunicará la nueva organización directiva en todos los países en los que ha adquirido activos de Bombardier, aunque cuando anunció la adquisición ya defendió que no habría recortes de empleo.
En este sentido, Bombardier Transportation nombró esta semana en España un nuevo presidente y consejero delegado, David Torres, antes de formalizarse la adquisición, alegando que coordinará la integración de todos los negocios de la compañía presentes en el país.
En mayo del año pasado, Alstom España nombró a Leopoldo Maestu nuevo presidente de la compañía, por lo que, a partir de este viernes, Maestu dirige tanto las operaciones de la francesa como de la canadiense.
INTEGRACIÓN EN ESPAÑA
Así, en Alstom España ya no hablan de comprar sino de «integrar», con el objetivo de sumar la fuerza industrial de ambas empresas, así como la atención al cliente. En total, la compañía cuenta ahora con 37 centros de trabajo en el país.
Entre ellos sobresale la planta que tiene en Barcelona, donde trabajan de forma directa e indirecta unas 1.000 personas en la fabricación de todo tipo de trenes para todo el mundo, como cercanías, metro, tranvías, alta velocidad o lanzaderas intercity.
Asimismo, el otro gran centro de la compañía es el que Bombardier tenía en Trápaga (Vizcaya), donde trabajan en torno a 200 personas en la fabricación de sistemas de propulsión para trenes de todo el mundo.
A estos dos centros se suman el centro de ingeniería e I+D situado en la sede corporativa de Alstom en Madrid y el centro de excelencia de señalización que Bombardier tenía en San Sebastián de los Reyes (Madrid), así como varios centros de reparación y talleres de mantenimiento.
En total, la integración en España se traduce en que Alstom pasará de los 2.000 trabajadores directos que tenía antes a los más de 3.000 entre directos e indirectos de ahora, distribuidos en un total de 37 centros de trabajo.
CARTERA DE 71.100 MILLONES
En todo el mundo, el grupo combinado tendrá una facturación anual de unos 15.700 millones de euros y contará con una cartera de pedidos pendientes superior a los 71.100 millones de euros. La plantilla de la empresa resultante superará las 75.000 personas, presentes en más de 70 países.
La dirección mundial de Bombardier ha explicado que ha recibido menos de lo esperado en esta transacción, debido a la menor generación de efectivo esperada para su división de transporte en el cuarto trimestre por las condiciones de mercado poco favorables. También se han producido «desacuerdos» entre ambas partes con relación a «ciertos ajustes» que Bombardier tiene previsto recurrir.