Llevamos casi un año inmersos en una terrible crisis, primero sanitaria, y después económica. A los problemas que arrastramos se suman los gastos de las Navidades y una subida de la luz en plena ola de frío que aún nos lo va a poner todo más complicado. Así que, ahora más que nunca, conviene hacer malabarismos para conseguir gestionar de manera óptima nuestros recursos y suprimir los gastos prescindibles para llegar a fin de mes con un pelín más de holgura. Si lo hacemos bien, podemos ahorrar poco a poco, e ir creando un pequeño colchón de seguridad para imprevistos. El problema es que muchas personas no son capaces de llevar un adecuado control de sus finanzas y al final se encuentran en números rojos sin tener del todo claro en qué se les ha ido el dinero.
5EVITAR COMPRAS IMPULSIVAS
Esta parte puede ser complicada para muchas personas, sobre todo si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad hiperconsumista, donde la publicidad nos trata de tentar constantemente en todos los medios. Antes de ceder a una compra, hay que detenerse un rato a pensar si de verdad necesitamos ese producto o si se trata de un capricho repentino y pasajero. Si tenemos claro cuál es el presupuesto del que disponemos, y nos apetece darnos un capricho, adelante, pero siempre de forma consciente y controlada, que es lo que trata de fomentar el método Kakebo. Por otra parte, también se recomienda revisar los hábitos de consumo a nivel doméstico para hacer un uso más eficiente y responsable del agua, el gas y la electricidad (desenchufar aparatos, pagar luces que no se usan, recurrir a tarificación por horas, utilizar bombillas y electrodomésticos más eficientes, etc.)
