En el tiempo en el que vivimos, el uso de las mascarillas de seguridad ha mostrado una completa certeza de que es un método efectivo para reducir los contagios y evitar posibles infecciones a causa del coronavirus. Estas nos aseguran además que durante el tiempo que las portemos (cumpliendo todas las medidas pertinentes) nos protegeremos a nosotros y al resto.
Sin embargo, y desde que estallara la pandemia, fueron muchas las voces que se hicieron eco de que su consumo también reflejaba a un negocio de las que no todas hacían cumplir con los estrictos reglamentos y normativas. Porque es verdad que aunque las mascarillas se vean como elementos protectores, no todas lo hacen de forma eficaz. Repasamos sus características imprescindibles desde MERCA2.
Las mascarillas FFP2 deberán aportar el marcado CE y las especificaciones UNE
Para estos varios tipos de mascarillas, cada una deben cumplir unas fijaciones básicas. Por ejemplo, y para lo que respecta a las de Protección Individual (EPI o FFP2), responden al sistema de barreras.
Esto se trata de una aportación relevante en la producción de material de protección, lo que hace que estos equipos tengan un material más resistente de cara a sus usos (de corta o larga duración).
Tienen como finalidad filtrar el aire inhalado evitando la entrada de partículas contaminantes en nuestro organismo, por lo que aquí se basa en que contenga el marcado CE seguido de cuatro números, lo cual asegura que el producto cumple con la legislación.
Por otra parte, también seguir las indicaciones y especificaciones UNE. En este caso, tienen una referencia concreta que se denomina como EN-149. Esto será primordial para que estas mascarillas puedan ser colocadas por los usuarios. Además, indicarán su marcaje: NR si no son reutilizables, y R si esa es su función.
