Algo tan cotidiano como tomar una ducha, lo cual llevas haciendo toda la vida, y ahora descubres que lo estabas haciendo mal. Lo cierto es que son errores en los que uno no se para a pensar, ya que en mente solo tiene mojarse, enjabonarse, aclararse y secarse, fin de la ducha.
Pues resulta que una tarea tan sencilla, no la has estado haciendo bien, y eso es lo que venimos a mostrarte a continuación. Presta mucha atención a lo que te mostramos, pues seguramente cometer más de dos errores de los cinco que os especificamos en las siguientes líneas.
5No hidratar la piel después de la ducha
Como ya te habíamos explicado, el agua es un agente irritante, y pasar demasiado tiempo en la ducha, puede deshidratar tu piel. El tiempo adecuado es de cinco minutos, y aunque lo cumplas, al salir de la ducha hay que cuidarla.
Por lo tanto, deberías procurar mantenerla hidratada. Para ello, basta con que te hagas con una buena crema hidratante, aunque también puedes emplear la cantidad justa de aceite mientras estás bajo el agua, ya que es así como mejor actúa.
Cuando vayas a secarte, recuerda que no debes frotar con la toalla la piel, pues la resecarías, o mejor es hacerlo con suaves toques.
