El de los autónomos es un colectivo muy expuesto a acumular deudas. En la mayoría de los casos no es que el afectado no quiera pagar, sino que son las propias deudas de sus clientes las que le llevan a un estado de insolvencia. Esto un grave problema que puede acabar con el patrimonio personal del afectado, por lo que conviene tomar medidas lo antes posible.
Un autónomo no es una sociedad, por lo que no tiene su responsabilidad limitada en modo alguno. Lo que significa que de las deudas derivadas de su negocio debe responder personalmente con su patrimonio, e incluso con el patrimonio de su pareja si está casado en régimen de sociedad de gananciales.
7Mejor prevenir que curar
Desde la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE) se recomienda a los autónomos actuar con precaución para no tener que acudir a este tipo de procedimientos. Lo mejor que puedes hacer es intentar evitar el sobreendeudamiento. Algo que no siempre es sencillo, puesto que a veces el autónomo no puede pagar a sus acreedores por el sencillo hecho de que él tampoco ha conseguido cobrar de sus deudores.
El procedimiento concursal y el procedimiento de segunda oportunidad son dos estupendas alternativas para acabar de una vez con los problemas de liquidez de los autónomos. Por eso, si las deudas se empiezan a acumular lo mejor es tomar cartas en el asunto cuanto antes y buscar ayuda para que la situación no se agrave todavía más.
