El de los autónomos es un colectivo muy expuesto a acumular deudas. En la mayoría de los casos no es que el afectado no quiera pagar, sino que son las propias deudas de sus clientes las que le llevan a un estado de insolvencia. Esto un grave problema que puede acabar con el patrimonio personal del afectado, por lo que conviene tomar medidas lo antes posible.
Un autónomo no es una sociedad, por lo que no tiene su responsabilidad limitada en modo alguno. Lo que significa que de las deudas derivadas de su negocio debe responder personalmente con su patrimonio, e incluso con el patrimonio de su pareja si está casado en régimen de sociedad de gananciales.
6¿Es un procedimiento útil?
Se trata de una alternativa muy interesante para conseguir acabar con las deudas y no arrastrarlas de por vida. Es cierto que por el camino el autónomo va a perder muchos de sus bienes, pero al final del proceso no le deberá nada a nadie y podrá empezar de nuevo desde cero y con la tranquilidad de no tener pagos pendientes.
A pesar de ello, no es un procedimiento muy conocido. En 2019 solo 333 autónomos recurrieron a este procedimiento, mientras que en países de nuestro entorno como Italia se presentan cada año una media de 100.000 solicitudes de procedimiento de segunda oportunidad por parte de autónomos.
