La caída de los ingresos y el aumento del gasto derivados de la crisis del coronavirus ha elevado el déficit del conjunto de las administraciones públicas a 78.127 millones de euros hasta agosto, lo que equivale al 7,07% del PIB, mientras que el déficit del Estado se ha situado en el 5,09% hasta septiembre, con 56.291 millones de euros.
Al igual que en los meses previos, todos los datos están afectados por la declaración del estado de alarma y la batería de medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la pandemia con el objetivo de paliar los efectos sociales, económicos y laborales de esta emergencia.
De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda, el déficit del Estado hasta septiembre (5,09%) se ha moderado ligeramente respecto al mes anterior (5,39%), pero en el último año se ha multiplicado por más de seis en términos absolutos, al pasar de 8.276 millones hasta septiembre de 2019 a los 56.291 millones actuales. Si se deduce el efecto del gasto en intereses (déficit primario) la cifra se sitúa en el 3,56% del PIB.
Este aumento tan considerable del déficit se debe a una caída de los ingresos del 12,3%, hasta los 132.381 millones de euros, como consecuencia de la situación económica derivada de la crisis sanitaria, lo que ha motivado que, por el contrario, el gasto se haya incrementado un 18,5%, hasta 188.672 millones, debido al alza de los programas sanitarios y por las mayores transferencias a la Seguridad Social y a las comunidades.
Dentro de los ingresos, los recursos impositivos, que representan el 82,4% del total, se sitúan en 109.120 millones hasta septiembre, lo que implica una disminución del 14%.
CAÍDAS DEL IVA, IRPF Y SOCIEDADES
Retroceden la mayor parte de las figuras tributarias. Así, se produce un descenso del 12,7% de los impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA baja un 14,3%, hasta los 50.252 millones.
Hacienda explica que este comportamiento se debe al menor consumo derivado de la caída de la actividad y por la minoración de ingresos de medidas necesarias para mitigar los efectos de la pandemia, como la aplicación del tipo cero en el IVA en los bienes necesarios para hacer frente a la Covid-19.
Por su parte, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio descienden un 16,1%, con una caída del 2,6% en el Impuesto sobre Sociedades y del 21,7% en el caso del IRPF como consecuencia, en gran parte, de las mayores entregas a cuenta y el mayor resultado a favor de las comunidades de la liquidación definitiva de 2018 respecto al ejercicio anterior, a lo que hay que sumar el parón de la actividad.
Por último, también descienden los impuestos sobre el capital un 56,1% y las cotizaciones sociales, un 1,%, fundamentalmente por la progresiva sustitución de empleados activos con Régimen de Clases Pasivas por otros con Régimen de Seguridad Social.
En lo que respecta al resto de recursos que siguen la misma tendencia descendente, destacan dividendos y otras rentas, que caen un 31,2%, así como los intereses, que disminuyen un 17,5%.
MÁS GASTO POR LA CRISIS SANITARIA
Por el lado de los gastos, hasta septiembre se incrementaron un 18,5%, hasta 188.672 millones, con los aumentos más destacados en las transferencias a las comunidades y a la Seguridad Social.
Asimismo, los consumos intermedios se incrementan en un 16,7%, crecimiento en el que inciden los 851 millones de gastos derivados de la Covid-19, mientras que la remuneración de asalariados ha aumentado un 0,9% debido a la subida salarial del 2%, así como a la equiparación salarial de la Policía y Guardia Civil con los cuerpos policiales autonómicos.
Las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie aumentan un 6,7%, cifra que recoge la actualización de las pensiones de clases pasivas del 0,9%, mientras que la cooperación internacional corriente se incrementa en un 19,3%.
Destaca también el incremento de la inversión en un 51%, aumento que se explica fundamentalmente por la operación de reversión de las autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7). También esta rúbrica incluye un gasto relacionado con la pandemia de 98 millones por la compra de respiradores mecánicos.
Estos incrementos se ven compensados, en parte, por el descenso de un 9,9% de los intereses, por la menor aportación a la UE basada en el IVA y la RNB en 898 millones, así como por la disminución de las ayudas a la inversión y otras transferencias de capital, en un 39,9%, como consecuencia de la devolución del gravamen por prestación de maternidad y paternidad en 2019 por importe de 707 millones, y sin correspondencia en 2020.
En cuanto al desglose del déficit público hasta agosto, se situó en 78.127 millones de euros, lo que equivale al 7,07% del PIB, un 204% más que en el mismo periodo del año anterior. La Administración Central ha registrado un déficit del 5,52% del PIB excluida la ayuda financiera, cifrada en 23 millones hasta agosto.
SUPERÁVIT DE LAS COMUNIDADES
De su lado, las comunidades autónomas han registrado un superávit de 2.097 millones, lo que supone el 0,19% del PIB, frente al déficit del 0,25% del PIB registrado hace un año.
Esta evolución positiva, explica Hacienda, se debe a varias medidas adoptadas por el Gobierno para garantizar los recursos de las comunidades y dar respuesta a la emergencia provocada por la Covid-19.
Todas las comunidades (salvo Navarra y País Vasco) registran hasta agosto de 2020 un comportamiento más positivo que hace un año. Además, salvo estas dos regiones y Castilla la Mancha y Murcia, el resto, es decir un total de 13 regiones, logran situarse en superávit.
De acuerdo con la información transmitida por las comunidadesautónomas, el impacto derivado de la Covid-19 alcanza hasta agosto los 4.851 millones de impacto en las arcas públicas regionales por el mayor gasto sanitario, con Madrid (1.206 millones) y Cataluña (849 millones) a la cabeza.