Los principales periódicos de Reino Unido han decidido conjugar en condicional toda la información relativa al coronavirus, y en concreto la que tiene que ver con el turismo. En este entramado, España es uno de los países más perjudicados. Aunque el fango británico apunta también a Francia o Alemania. ¿Cuidado del ciudadano o de sus libras?
El fin de semana pasado, con una inusitada velocidad, Reino Unido impuso una cuarentena obligatoria a los ciudadanos que viajasen desde España a las islas británicas. Eso, lógicamente, supone un impacto para el turismo español, puesto que cualquier movimiento que no facilite el tránsito de viajeros es un problema.
Ante esta situación, la prensa británica ha decidido chovinizar el mensaje, y rápidamente ha puesto toda la maquinaria en pos de defender a sus ciudadanos, aunque sea en base a conjugar el condicional. Y de paso defender los intereses propios para su país.
En primer lugar, este mismo fin de semana algunos medios alertaban sobre la posibilidad de que la cuarentena fuera recíproca. Es decir, que desde España también se obligue a una estancia previa a las personas que viajen desde Reino Unido antes de acceder a la nueva normalidad. Todo ello lo expresaban desde una supuesta venganza sin ningún tipo de mensaje o insinuación por parte de las autoridades españolas.
Pero la situación ha ido a más. Y este lunes la prensa británica ha amanecido con diversas informaciones que generan dudas e incertidumbre. Por ejemplo se especula con que la cuarentena se aplique a todas las regiones menos a Canarias y Baleares. Lógicamente quieren cuidar de sus compatriotas, pero tampoco se trata de contarles el grifo de la cerveza. En esa misma línea, también ponen el condicional posibles cuarentenas cuando hay regresados de Alemania o Francia. Todo ello sin que haya conformaciones por parte de las autoridades de ningún país.
UNA CUESTIÓN CLAVE: EL CONSUMO
Estos movimiento de la prensa británica arengando a sus lectores a que no viajen, por cuarentenas a la vuelta o en destino, solo atiende a intereses puramente comerciales. Todos los países han sufrido el impacto del covid. Y el mensaje parece claro: para que consuman fuera, que lo hagan en las islas.
El volumen de británicos en España, por ejemplo, está cerca de los 18 millones de viajeros en condiciones normales. Se trata de uno de los principales focos. Y este verano, aunque con los matices propios del contexto, la situación no tendría por qué diferir. Pero con este bombardeo de mensajes en la prensa, la situación cambia.
Y no parece que nada vaya a cambiar los próximos días. Reino Unido seguirá atendiendo a sus intereses. Se trata de una guerra comercial soterrada, donde cada país jugará sus bazas. En ese escenario España tiene mucho que perder. Demasiado.