Cuando creíamos que lo habíamos visto todo en el mundo de la repostería, llega Twitter y nos sorprende. Sí, ha sido la famosa red social – como tantas otras veces – la que nos ha puesto en alerta sobre la última alerta foodie: los pasteles hiperrealistas.
En los últimos días, Twitter y el resto de redes sociales se han llenado de imágenes y vídeos de pasteles que son cortados para demostrar que se trata de eso, efectivamente pasteles. Vídeos que como es habitual en estos casos se están viralizando a un ritmo vertiginoso.
Se desconoce cuál es el secreto del éxito de esta cadena viral. En parte, puede haber sido porque en el confinamiento muchas personas se han iniciado (o perfeccionado) en la cocina, y en muchos casos, en el arte del bizcocho o cake. Este sería un paso más, pues no se trata de pasteles elaborados por novatos precisamente.
Además, los vídeos y fotos de pasteles hiperrealistas atiende a un patrón de éxito en las redes: el factor sorpresa y el humor. El factor sorpresa se consigue precisamente gracias al hiperrealismo de los mencionados pasteles que, en ningún caso, parecen tal. Zapatos, papel higiénico, floreros, frutas… A primera vista no se ve nada raro. Sin embargo, cuando aparece una mano con un cuchillo que corta el objeto, apreciamos con sorpresa que no se trata del mencionado objeto, sino de ricos e ingeniosos pasteles.
Como ocurre muchas veces en las redes sociales, el humor también ha servido para darle viralidad a estos pasteles. Hay miles de publicaciones que juegan a que los followers tengan que acertar si se trata de un pastel o un objeto. Y otras tantas que juegan a simular que todo es irreal y que todo – incluyendo el mundo – es un pastel.
Lo cierto es que la creación de los pasteles hiperrealistas no es novedosa. Mientras, las imágenes se van haciendo virales, cada vez más expertos reposteros han mostrado sus elaboraciones mientras afirman trabajar esa técnica desde hace muchos años. Por el motivo que sea, sus creaciones nunca antes habían tenido tanta repercusión como ahora.
Aunque el primer vídeo salió de Instagram, fue el tuitero @Tasty el que comenzó la cadena de pasteles hiperrealistas que se ha hecho viral, y que parece que no ha tocado techo todavía. Está claro, que si las redes sociales quieren, son la mejor y más potente herramienta de marketing y publicidad que puede existir.
