Fallos de la memoria que te ponen en alerta pero son normales

Muchas veces, nuestra memoria nos juega malas pasadas, pues puede que suframos olvidos sobre lo que hicimos el día anterior, o no seamos capaces de recordar dónde dejamos las llaves de casa antes de salir. Este tipo de problemas, entre otros, son en realidad normales, y para mayor tranquilidad, es bueno conocer cuáles son esos fallos.

Algunos empeoran con el paso de los años, y a pesar de ello, siguen siendo normales por ciertos factores. Esta clase de lagunas preocupan a muchas personas, sigue leyendo para descubrir cuáles son esos fallos de memoria que a muchos preocupan, y en realidad no son nada malo.

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Tu memoria no falla, es el estrés

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Lo que más nos alarma con respecto a la memoria, son los olvidos. Pues además de ser importantes, pasan a ser más frecuentes de lo que nos gustaría. Muchos acaban pensando que están en el preámbulo de la demencia, aunque esto no tiene por qué ser así. En realidad, puede ser una consecuencia del estrés. Noemí Fernández, neuropsicóloga explica que: «Cuando hay una atrofia tras la pérdida de memoria significa que ese cerebro pierde sustancia gris o blanca y, por tanto, las estructuras y las conexiones neuronales no funcionan correctamente«.

Esta es la razón por la cual una persona con un deterioro o enfermedad neurodegenerativa no puede recordar. Pero aunque parezca ser lo mismo, en realidad es un fenómeno muy diferente. Según la neuropsicóloga: «La amígdala, el principal núcleo de las emociones y los sentimientos en nuestro cerebro, es también la encargada de alertar de posibles amenazas y de la necesidad de activar respuestas de miedo o ansiedad. Al ponerse la amígdala en funcionamiento, inhibe ciertas conductas y altera las funciones atencionales, las cuales son necesarias para la memoria«.

Una conocida revista publicó un estudio sobre cómo la falta de sueño puede alterar el funcionamiento de las células del cerebro. Este estudio daba una pista de qué es lo que se puede hacer. Investigadores han observado que un déficit de sueño puede interferir en la capacidad de las neuronas para codificar y almacenar recuerdos sucedidos en el día durante el descanso nocturno. Dormir es una gran ayuda, pero dejar al cerebro descansar no solo es necesario durante la noche. Es muy importante buscar momentos en el día para desconectar de lo que fomenta el estado de alerta. Por ejemplo, reflexionar antes de llevar a cabo una tarea, hacer deporte o dar rienda suelta a tu creatividad. Estas son algunas de las cosas que te pueden ayudar a rebajar esos niveles de estrés del día a día.

Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.