La política enquista la relación empresarial entre Ouigo y Renfe

Si no se han seguido de cerca los problemas de Renfe para operar a gusto en Francia, puede parecer extraña la forma en la que el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha lidiado con Ouigo. La realidad es que la posición de Puente sobre los precios del operador de origen francés, que además es la filial española de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF por sus siglas en francés) es el equivalente del país vecino a Renfe, tiene mucho que ver con el trato que la empresa estatal española ha recibido para entrar en Francia. 

La realidad es que desde hace años Renfe, que ya opera de una forma u otra en Arabia Saudita, Estados Unidos y Latinoamérica, siempre ha visto Francia como la opción de expansión más evidente fuera de las fronteras ibéricas. Aunque ya tienen fecha para empezar a funcionar en Portugal, don la propia Ouigo e Iryo también aterrizará próximamente, lo cierto es que las tierras galas son también la puerta de entrada a Europa, y son profundamente valiosas para una empresa que sabe que tiene que compartir el mercado español con los recién llegados al ‘Juego de Trenes’ y que, por tanto, ve con buenos ojos su presencia más allá del país. 

CONTRA RENFE

En esa circunstancia, las medidas proteccionistas del gobierno francés han sido especialmente desesperantes para Renfe. La empresa española estaba preparada para tener rutas directas desde Madrid y Barcelona este mismo verano, con la idea de aprovechar el impulso comercial de las olimpiadas, pero una nueva exigencia de homologación de vagones y piezas, incluso algunas compradas en Francia, hizo que tuvieran que mover esa fecha hasta fin de año, y recientemente la fecha fue retrasada por la propia SNCF hasta 2025.

Renfe estaba preparada para tener rutas directas desde Madrid y Barcelona este mismo verano

No es poco. Cuando llegó la competencia a la alta velocidad de España, la propia Renfe expresó que el 10% de sus ingresos debían venir de sus operaciones extranjeras, y visto así la complicación de operar a gusto en Europa es un problema clave, por mucho que sus operaciones en otros países sean cada vez más rentables. 

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El ministro de Transportes, Óscar Puente, junto a su homólogo francés, Patrice Vergriete.

En esa realidad ocurren los ataques del ministro de Transportes, Óscar Puente, contra Ouigo. Más allá de la excusa utilizada, los insostenibles precios bajos que el ministro define como «dumping» es que se trata de un capítulo más en la lucha contra la pared del proteccionismo francés en sus propias vías de tren. Es que a los competidores de Francia e Italia se les ha puesto una alfombra roja en el territorio ibérico, lo que en efecto ha disparado los usuarios de este medio de transporte. 

UNA PROTECCIÓN FRANCESA QUE IGNORA LOS DESEOS DE BRUSELAS

Lo cierto es que parte de la decisión de permitir que los competidores entren al sistema de trenes del país, uno de los dos más importantes del mundo, es un pedido de Bruselas. La Unión Europea considera desde hace tiempo que es importante que los viajeros del continente usen los trenes de alta velocidad como opción para largos recorridos por encima de los aviones o de los vehículos particulares debido a que es menos contaminante, no es casual que desde Transportes se refieran a la disminución de emisiones como uno de los puntos clave de abrir una nueva ruta de alta velocidad o trenes. 

Bruselas apoya a España ante los obstáculos de Francia a Renfe

En esa realidad, es llamativo que Francia siga haciendo lo posible para evitar la llegada de competidores. De momento ha servido para retrasar la llegada de Renfe y para poner a Ouigo en la mira del Ministerio, aunque es evidente que antes o después terminarán agotando las excusas y permitiendo la llegada de la operadora española de momento han podido seguir dando largas a la situación. 

francia siga haciendo lo posible para evitar la llegada de competidores

En cualquier caso, de momento la situación sigue siendo tensa. Para Renfe la situación sigue siendo complicada, con pocas opciones más allá de esperar y seguir de cerca las decisiones del gobierno francés. Incluso si la empresa no puede hacer mucho, quizás la llegada de Ouigo sea lo que España necesita para buscar hacer presión a su forma. 

DE MOMENTO EL MINISTRO SIGUE SEÑALANDO EL DAÑO QUE OUIGO HA HECHO A RENFE

Por ahora, los comentarios del Gobierno se reducen a los señalamientos y acusaciones por parte del ministro de Transportes. La realidad es que, de momento, no se ha complicado su llegada a rutas específicas, siempre que ha cumplido las condiciones técnicas Ouigo ha podido llegar a nuevas rutas y poco a poco ha ido aumentando su presencia en las vías españolas, al mismo tiempo es evidente que en este momento están en la mira.

Los comentarios del Gobierno se reducen a los señalamientos y acusaciones por parte del ministro de Transportes, ÓSCAR PUENTE

Si esto tendrá un efecto directo o no es complicado de predecir. En la práctica, cuando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha debido revisar estas situaciones, le ha dado la razón a los competidores. Pero, aun así, cada reclamo del ministro, que por su constante uso de las redes sociales los acumula rápidamente, hace evidente que no es una situación simple y que el problema puede estar en lo complicado que es para Renfe finalmente llegar a París.