Así es el vino delicatessen único de Alta Pavina

Cuando se habla de caldos existen tres tipos de personas: los que realmente entienden de vinos, los que fingen saber de vinos, y los que simplemente les gusta disfrutar del buen vino. Si eres de éste último grupo estás de enhorabuena, ya que existen productos como los de las bodegas Alta Pavina. Una selección de vinos que pueden ser un auténtico deleite para tu paladar, verdaderas maravillas embotelladas para poner la guinda al pastel en los mejores momentos de tu vida.

Y es que, para disfrutar del vino no hay que ser un experto. Simplemente dejarse llevar por los aromas y sabores de estos tesoros vinícolas que aporta nuestra tierra. Un placer que se disfruta mucho más en compañía, y más aún después de estos momentos tan duros. Por eso, no pierdas ni un segundo más y brinda con los tuyos, y por los tuyos, cada vez que tengas la oportunidad…

La bodega Alta Pavina y su mejor vino

Uva, dedicación, pasión, fermentación y crianza: claves del éxito

Todo proyecto de vino comienza en los campos, con una buena uva. Son las variedades blancas las que se usan para el vino blanco, y las uvas negras las que, con su hollejo (piel) imprimen el color tinto que da ese carácter tan especial a esta variedad. Para los rosados se emplean mezclas blancas y tintas. Es algo que parece obvio, pero que no siempre es así, ya que hay excepciones como la variedad de uva blanc de noirs, que son uvas negras usadas para caldos blancos.

Sea cual sea la variedad y el tipo de vino, los grandes productores de vino, como Alta Pavina, miman cada uno de los pasos y detalles de producción. Desde su cultivo en los viñedos, la selección de los mejores frutos para su recolección, pasando por el prensado para obtener el mosto, hasta la fermentación (donde reduce el contenido en azúcar y se genera el alcohol, así como eliminar cierta acidez).

Es durante el proceso de crianza del vino cuando se almacena durante un tiempo determinado para terminar de pulir los matices que caracterizan al vino y aportar el aroma especial de este elixir tan preciado. De hecho, es precisamente este proceso el que determina la personalidad y tipo de vino:

  • Vino joven: son los obtenidos del año, caldos muy jóvenes.
  • Semicrianza: han pasado un tiempo corto en barriles de madera (roble), indicando en el etiquetado el tiempo exacto.
  • Crianza: han pasado 2 años de crianza, con al menos 6 meses en barrica.
  • Reserva: similares a los de crianza para blancos y rosados. Pero para los tintos se necesita unos 3 años de crianza, donde al menos 12 meses estuvo en barrica.
  • Gran Reserva: son vinos viejos, con un mínimo de 4 años de crianza y 6 meses de barrica para los blancos y rosados. En los tintos, se necesitan al menos 5 años de crianza y 18 meses de barrica.

Podría haber ligeras diferencias para cierta D.O. (Denominación de Origen), es decir, para el origen geográfico donde se ha producido el vino con uvas autóctonas.

Isaac R. P.
Isaac R. P.
Escritor y blogger, blogger y escritor. Las letras en libros o en WordPress son mi vida actual. Siempre intentando contar la verdad, evitando la manipulación y el clickbait. Apasionado por contar historias, por escribir artículos de interés y por ayudar.