Por qué deberías desayunar garbanzos

En España, los garbanzos son una de las legumbres preferidas para su consumo. De hecho, estudios recientes han confirmado que, de media, tomamos 1,3 kilos de los mismos a lo largo del año. Aunque tienen la complicada tarea de luchar contra otro tipo de alimentos menos saludables, como la bollería, no está nada mal si se compara con el consumo en otros países.

Este tipo de legumbre son conocidos por ser algo complicados de digerir una vez que los consumimos. Sin embargo, los beneficios que aportan a nuestro organismos superan, y con creces, a todos los demás mitos y prejuicios que puedan rodearles. Además, son fáciles de preparar, los venden ya prácticamente hechos en el super y contamos con deliciosas variantes, como el hummus, realizadas enteramente con ellos.

No obstante, mientras sigamos prefiriendo la bollería industrial, los datos seguirán siendo desalentadores. Es por eso que queremos dar algunas claves para que conozcas cómo puedes introducir los garbanzos en tu desayuno diario.

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Prepara bien tus garbanzos antes de comerlos

garbanzos remojo

Si los compramos secos, es decir, los que no vienen ya cocidos y casi listos, debemos tener en cuenta que, antes de introducirlos en la olla, los garbanzos deben estar toda la noche en remojo. ¿Por qué ocurre esto? Existen dos motivos por los que debemos hacerlo.

El primero de ellos es que así se ablandan y esto facilitará la cocción. El segundo es para evitar lectinas, sustancias tóxicas que impiden la absorción de los nutrientes de los demás alimentos. Estas provocarán vómitos y dolores de estómago. Mejor ser precavidos y tener cuidado.

Lo ideal es tener en remojo este tipo de legumbres al menos durante 12 horas. Se le conoce como proceso de deshidratación y no hay duda de que es necesario llevarlo a cabo. Y más si nuestra salud está en juego.

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