España e Italia serían los principales beneficiarios del Fondo de Recuperación Europeo, del que recibirían transferencias de unos 85.000 y 65.000 millones de euros, respectivamente, según el escenario base manejado por Goldman Sachs, que eleva estas cantidades hasta los 120.000 millones en el caso italiano y 100.000 millones en el español si el reparto de fondos da mayor importancia al impacto de la Covid-19.
En su análisis, tras conocer la propuesta franco alemana, el banco estadounidense confía en que finalmente este Fondo de Recuperación tendrá una dotación de alrededor de medio billón de euros, de los que unos 450.000 millones serán transferencias y unos 50.000 millones corresponderán a préstamos a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Según los distintos escenarios previstos por el banco estadounidense para el reparto de fondos, en relación con la contribución de cada país al presupuesto europeo, en el escenario base Italia recibiría la transferencia a largo plazo de recursos equivalentes al 1,5% del PIB y España del 2%, mientras que en el caso más generoso contemplado por la entidad, estos ratios alcanzarían el 3,5% y el 5% del PIB, respectivamente.
A pesar del apoyo significativo del fondo a España e Italia, Goldman Sachs calcula una contribución «modesta» del mismo a la hora de cerrar la brecha de necesidades de financiación de estos países en los próximos años como consecuencia de la limitada capacidad del nuevo instrumento y el enfoque multianual de los desembolsos, por lo que subraya que será mucho más significativo el papel que puede desempeñar en este aspecto el Banco Central Europeo (BCE) a través de sus programas de compra de deuda soberana.
En este sentido, la entidad estima que los desembolsos del Fondo de Recuperación en el escenario central reducirían al 19% del PIB las necesidades de financiación de Italia y al 21% las de España, mientras que en el escenario más generoso este descenso se vería incrementado en unos 2 o 3 puntos porcentuales.
De este modo, Goldman Sachs subraya la importancia en la reducción de las brechas de financiación de los países más afectados por la Covid-19 como España o Italia de que el BCE ejecute su programa de compras de deuda contra la pandemia (PEPP) con una desviación respecto de las claves de capital de los países, adquiriendo así más bonos de los países más perjudicados.
NO ANTES DE 2021
«Tras la propuesta de la Comisión Europea el 27 de mayo, dará comienzo el procedimiento institucional habitual, comenzando con las discusiones informales entre gobiernos en contacto con el Parlamento Europeo», apunta el banco estadounidense, que prevé las fechas más tempranas para la aprobación del Fondo el 11 de junio, con reunión del Eurogrupo, y el 18 de junio, con Cumbre de la UE, aunque advierte de que al ser necesaria la unanimidad de los Veintisiete, el proceso se alague todo el verano.
De este modo, una vez que el acuerdo entre los 27 países de la UE se haya alcanzado, se procederá a la aprobación formal por parte del Parlamento Europeo y a la ratificación del mismo por cada uno de los 27 parlamentos nacionales, por lo que Goldman Sachs espera que los fondos se desembolsarán entre 2021 y 2023, con unos 300.000 millones el primer año.
«También consideramos un escenario ‘rápido’ con el desembolso en dos años, incluyendo 400.000 millones en 2021, así como un escenario ‘lento’ en el que el proceso se prolonga cuatro años, con solo el desembolso de 100.000 millones en 2021», advierte la entidad.