Por desgracia, a día de hoy aún son muchos los que consideran que lo de guardar latas y botes de conservas en el frigorífico es peligroso. Pero lo cierto es que realmente es dañino para la salud, y hay que tratar de concienciar a la sociedad de los peligros que conlleva un mal cuidado de los alimentos.
Queda un largo camino por recorrer, pero si aprendemos algo de las razones por las que no se debe llevar a cabo este proceso, estaremos acortando el camino. Y es que hay ciertas ‘lagunas’ a la hora de poder guardar estas conservas cuando no puedes comer más. Quédate y descubre cómo solucionar este problema, y es que, ¿quién no se ha hecho con un arsenal de estas latas en Mercadona alguna vez?
El peligro de las conservas
En primer lugar, a la hora de comprar latas de conservas, procura poner especial atención al envase. En países como Estados Unidos te rebajan el precio de una lata que está abollada, con rasguños o golpeada, por algo será. Esto mismo no sucede en España, pero no es aconsejable comprar envases en este estado, ya que no presagia nada bueno.
También está el caso de los botes de conserva, en estos, debes fijarte en la tapa, si ves que está abombada, tampoco deberías comprarlo. Y es que significa que lo que hay en su interior no ha sido envasado de la forma adecuada, y el producto podría venir en mal estado. De igual forma, si ves que los bordes de una lata ya están oxidados, aparece espuma dentro o el aroma del interior no es muy agradable, deshazte del producto.
Para que comprendas el verdadero riesgo de meter las latas conservas en el frigorífico, has de saber qué sucede en el alimento. Cuando los alimentos de la lata entran en contacto con el oxígeno, se producen oxidaciones y formaciones de bacterias y hongos. Estos pueden perjudicar seriamente a la salud, siendo el más común el clostridium botulinum. Por ello, es necesario que sigas una serie de indicaciones de lo más sencillas.
