¿Bebes demasiado vino? Cinco señales que hacen saltar las alarmas

El confinamiento está generando aburrimiento y angustia en la población, pero el refugio en el alcohol puede ser una señal de alarma. Porque siempre está bien justificar una copa de vino, pero quizá la copita de vino que necesitas para relajarte lo único que sirve es para servirte una copita más.

De hecho, la comunidad científica desaconseja siempre el uso del alcohol en momentos de estrés, pues el cerebro puede confundir las causas y no beber se puede convertir en un generador de estrés. Lo mismo ocurre para quien bebe para no aburrirse, pronto su cerebro creerá que no beber es aburrido.

Además hay que tener en cuenta que la venta de alcohol se ha disparado un 30% desde el inicio del confinamiento, y hay cinco signos a tener en cuenta para determinar si es momento de frenar un poco.

Según las estimaciones de los expertos, un consumo natural de alcohol equivaldría a una copa diaria para la mujer y dos para el hombre, siempre teniendo en cuenta esta medida como media, y dependiendo del peso y condicionantes de cada uno.

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OBSESIÓN POR LAS COMIDAS AZUCARADAS

Las bebidas alcohólicas contienen un elevado porcentaje de carbohidratos y azúcar. Así, cuando alguien consume azúcar, su cuerpo comienza a desearla debido al desequilibrio del azúcar en la sangre (por tener originalmente demasiado azúcar), e incluso puede comenzar a crear una adicción al azúcar.

De este modo, hasta los alimentos con alto contenido de carbohidratos pueden causar un antojo de azúcar, en función de la forma en que se descomponen en nuestros cuerpos.

Por todos estos motivos, aunque pensemos que una copita de vino no hace daño a nadie, hay que tener en cuenta que el exceso de alcohol y de azúcar es perjudicial para nuestro cuerpo.

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