La agonía de Norwegian: el coronavirus cerca de cobrarse su primera víctima

La triste historia de Norwegian prosigue su curso. Un recorrido que hace tiempo tomó una peligrosa dirección de caída libre que solo ha hecho que empeorar. Un efecto que ha agravado la llegada del coronavirus. En Bolsa, la aerolínea sobrevuela mínimos históricos por debajo de las 20 coronas noruegas, pese a que hace tan solo tres semanas estaba por encima de las 40 coronas. En el mercado de deuda, prácticamente no tiene liquidez, no hay interés de comprar, y sus bonos siguen cayendo a plomo. Por último, su situación financiera hace imposible encontrar un nuevo compañero de viaje.

En su día, la firma noruega saltó a todas las portadas de los periódicos españoles. El interés de IAG, el consorcio en el que está integrado Iberia, catapultó a la compañía hasta tocar las 170 coronas, unos 16,5 euros, pero no fue más que una pequeña ilusión de dar salida a un valor que sufre de un mal muy común en las aerolíneas: deuda excesiva y una generación de ingresos muy pequeña y ligada al ciclo. Un handicap que echo atrás a la compañía británico española, pese a que algunos vieron valor (aquí no), y que le ha llevado a una situación muy complicada, después caer por debajo de las 17 coronas (1,65 euros) hace un par de días, lo que supone una pérdida en menos de dos años del 90%.

El principal problema de la aerolínea es su limitada capacidad de crecimiento en ingresos y efectivo. Norwegian es una de las aerolíneas más ligadas a la evolución del ciclo económico, por encima de otras low cost como Ryanair o Wizz Air, por sus viajes característicos de largo alcance. Una peculiaridad que la hace mucho más vulnerable a shocks como el actual del coronavirus. Así, por ejemplo, la húngara ha cedido un 20% o la irlandesa un 26%, mientras que la noruega se ha hundido hasta un 50%, en los últimos 30 días.

La menor generación de ingresos, frente a sus rivales, se puede leer también como un problema de efectivo. La aerolínea noruega cuenta con 3.100 millones de coronas, apenas 300 millones de euros, en forma de caja y posiciones cortas que previsiblemente (según los analistas) se reducirá más todavía en 2020. En una nueva comparativa, Wizz Air tiene alrededor de 7 veces más efectivo y equivalentes como parte de sus ingresos anuales, y Ryanair tiene aproximadamente 5 veces más. Una posición que hace casi imposible, según explica un informe de Bloomberg, que pueda formar parte de próximas operaciones de fusiones o adquisiciones.

LA DEUDA EMPIEZA A PESAR DEMASIADO PARA NORWEGIAN

Sin una fuente recurrente solvente de ingresos y una pequeña generación de efectivo, mucho menor que la de sus competidores, provoca inexorablemente tensiones financieras. El apalancamiento de la compañía está cerca de 8 veces ebitda y aunque pueda disminuir (las previsiones es que caiga a 6,7 veces gracias a la mejora del beneficio de explotación) sigue muy lejos de sus competidores. Y, casi, más lejos de la salud financiera con la que operar en un shock como el del coronavirus que dañará sus próximas cuentas previsiblemente.

Además, la compañía tenía en marcha un nuevo plan que incluía la compra de aproximadamente 30 aviones nuevos para finales de 2021. Una circunstancia que unida a una caída de las cifras del negocio, por el parón de estos meses, conducirá a un empeoramiento de la capacidad de la aerolínea para reducir tanto los costes como las deudas de la compañía. Una situación que podría estresar a la compañía, todavía más, como ya se ha empezado a hacer sentir en sus bonos dónde la liquidez ha desaparecido y empiezan a caer a niveles no vistos que podrían hacer saltar la alarma del default.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2