En la actualidad hay muchos productos en el punto de mira de las autoridades sanitarias por su peligrosidad, como el azúcar o las grasas menos saludables. Pero también hay otros productos que están siendo seguidos de cerca por cómo se producen o por vulnerar algunos derechos de los animales. Uno de esos productos es el codiciado foie gras. Un producto apreciado por muchos paladares, pero que pocos saben cómo se produce.
Es precisamente esa forma de producirlo la que está generando tanta polémica y por la que algunas voces están intentando hacer que se prohíba, al menos en España. Aunque este debate ya se ha puesto sobre la mesa en otras ocasiones y en otros lugares del planeta.
Lo que necesitas saber sobre el foie gras
¿Cómo se produce el foie gras?
¿En qué se basa Igualdad Animal para eso? En el procedimiento al que se someten los animales para conseguir el foie gras. Un hígado de estas aves es relativamente pequeño como para resultar rentable para producir este tipo de producto. Por eso, en la industria se hace que el hígado crezca hasta 10 veces su tamaño normal para obtener el producto.
Para eso se somete a una necropsia mediante aditivos agregados a la alimentación del pato. De esa forma, las aves se alimentan de compuestos que los llevan a enfermar y sufrir esteatosis. Es decir, la conocida enfermedad del hígado graso que va apoderándose de este órgano esencial.
El hígado enfermo del pato llega a pesar 630 gramos, unas 9 o 10 veces más que el hígado sano. Además, el hígado con esteatosis pierde el color natural a causa de la grasa que tiene debido a la alimentación. Esa grasa hace que la sangre no fluya por él. Y así consiguen más cantidad de foie gras, y con más grasa que le da el aspecto y textura que tiene.
Esta necrosis también afecta al corazón y los pulmones del pato. Se extiende más allá del hígado, por lo que la vida y salud de los patos y gansos destinados a esta industria no es precisamente buena mientras viven. Por eso, Igualdad Animal y otras muchas asociaciones lo consideran una tortura y quieren prohibir el foie gras.
Además, las aves se encierran en jaulas muy pequeñas desde que tienen cuatro meses de vida y se alimentan a través de un tubo metálico con el aditivo que les causa esa enfermedad. El aditivo se va incrementando progresivamente durante dos semanas hasta que alcanza los dos kilos de pasta al día.
Tal vez algunas de las personas a las que les encanta el foie gras, tras enterarse de cómo es su producción, ya dejen de apreciar tanto este producto. O tal vez no, pero desde luego, como dice Igualdad Animal, tienen derecho a saber que está comiendo un hígado enfermo. Quizás la idea que tienes idealizada sobre cómo se consigue el foie gras sea otra y ahora opines diferente…
