Resfriado: estos alimentos evitarán que tengas uno (o será más débil)

El resfriado va a empezar a instalarse en tu vida en breve. El frío, los cambios de temperatura bruscos de un sitio a otro, las lluvias y otros factores de riesgo más que vienen con el invierno harán que los mocos se apoderen de tu nariz una temporada.

En muchas ocasiones, ser o no propenso a sufrir resfriados puede ser síntoma de una buena o mala alimentación, de estrés o de falta de descanso suficiente. Puedes intentar arreglar estos tres aspectos de tu vida para evitarlos o cogerlos el menor tiempo posible.

Con lo que respecta a la alimentación, que es el tema que nos atañe hoy, te puedo decir que, según comas, así estará de fuerte tu sistema inmunitario. En estas fechas tampoco es que apetezcan los alimentos crudos, así que sustituirlos por platos calientes no será un gran problema.

También es importante que añadas más alimentos probióticos combinados con oligoelementos para que te ayuden con la prevención. De los probióticos más conocidos, el Kéfir es el mejor, que puedes añadirlo a la leche o al yogurt. Y de los oligoelementos debes consumir alimentos que contengan zinc y cobre. Además, los productos probióticos te aportan un extra de fibra y son muy hidratantes.

No debes olvidar que, para las épocas en las que el resfriado es más común, como para las que no, debes eliminar o disminuir considerablemente los alimentos que tengan azúcar, yodo, grasas trans, alcohol y estén muy procesados.

Te diré qué debes escoger para incluir en tus dietas y decirles adiós a los pañuelos.

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Cebolla

cebolla para el resfriado

Las cebollas son unos geniales antisépticos. Cuando tienes un resfriado, este tubérculo te ayuda a combatirlo. Es recomendable que tomes sopa de cebolla caliente antes de dormir para sentirte más reconfortado.

Además, la cebolla también posee propiedades antibióticas, por lo que los resfriados serán más sencillos de evitar o de paliar si las consumes. Siempre debes seguir las indicaciones del médico, pero con estos alimentos les echas una mano.

También sirven para tonificar y lubricar el sistema respiratorio y los pulmones. Antiguamente, se ponía una cebolla cortada al lado del enfermo para que la tos menguase y le costase menos respirar.