sábado, 14 diciembre 2024

La frustración de los jóvenes españoles: no pueden comprar ni alquilar casa

Salir del nido parental es un salto que todos los jóvenes han de hacer para comenzar su vida adulta. En el caso de los españoles, se encuentran con una triste realidad que les frustra: buscan y buscan, pero con sus sueldos y el precio de la vivienda les resulta casi imposible comprar o alquilar.

El informe “Los jóvenes y su relación con la vivienda en 2018-2019” elaborado por Fotocasa muestra que la población española entre 18 y 34 años ha aumentado su actividad inmobiliaria. En concreto, el 40% de los jóvenes ha realizado alguna acción en el mercado de la vivienda en los últimos doce meses. Este porcentaje supone un 11% más con respecto a 2018.

Este incremento de actividad inmobiliaria entre los menores de 35 años se ha producido, principalmente, por la demanda no efectiva (quienes han buscado sin encontrar son ahora un 21%, frente al 12% de hace un año). Sin embargo, la demanda efectiva ha crecido mucho menos: los que realmente han comprado o alquilado (como inquilinos) son ahora el 22% (18% en 2018), según indica el estudio de Fotocasa.

La directora de Estudios de este portal especializado, Beatriz Toribio, explica que «este estudio refleja que nuestros jóvenes sí demandan vivienda: quieren comprar o alquilar, pero no pueden acceder a ella porque su situación económica o laboral se lo impide ante el crecimiento de los precios”.

El 56% de los jóvenes activos en el mercado demandan solo alquiler, el 24% demanda solo compra y un 20% está en ambos mercados, indica el informe. Prefieren comprar a alquilar. De hecho, para el 36% de los encuestados “alquilar es tirar el dinero”. Sin embargo, la realidad económica les hace decantarse por ser esta opción. “Se aprecia cómo ante el encarecimiento de los alquileres, se refuerza su visión a favor de la compra de vivienda cuando el alquiler debería ser su primera opción”, señala Toribio.

La mitad de los jóvenes que han alquilado o intentado alquilar un inmueble para vivir en él lo han hecho porque su situación económica les impide comprar. Tras este motivo sí que aparecen los que tienen que ver con las ventajas que se atribuyen al alquiler: movilidad laboral (33% frente al 38% de 2018) o libertad y flexibilidad (26% frente al 34% del año pasado). Estos dos argumentos han perdido protagonismo respecto al año pasado para los encuestados, como también lo ha hecho la rotunda afirmación de que comprar no entra en sus planes: hace un año era un motivo para el 22% y ahora lo es para el 16%.

COMPRAR CASA, EL SUEÑO DE LOS JÓVENES ESPAÑOLES

Los menores de 35 años que han comprado o buscado para comprar una vivienda tienen claro que es una inversión a largo plazo (el 42%) y que la vivienda es un seguro para el futuro (34%). Junto a estos motivos para optar por la propiedad frente al alquiler, la mejora de la situación laboral actúa como palanca para un 36%.

Otro cantar es el resultado del intento de compra. El porcentaje de menores de 35 años que han adquirido una vivienda en los últimos doce meses es prácticamente el mismo que había en los años 2018 y 2017, mientras que los que han buscado casa en propiedad sin encontrarla se ha duplicado (del 6% al 12%) respecto a 2018. Hasta el propio sector duda de las estadísticas del INE sobre hipotecas.

Para el 36% de los encuestados “alquilar es tirar el dinero” y el 42% tiene claro que comprar es una inversión a largo plazo

La mitad de los jóvenes activos en el mercado que no han comprado o intentado comprar, se plantean esa posibilidad en los próximos cinco años. Se consolida esta tendencia que ya se apuntaba en 2018. Pero a la vez que aumenta la intención de compra de los jóvenes, se aplaza cada vez más la decisión: desde 2017 el porcentaje de los que se fijan un plazo de 2 años para comprar mantiene una constante línea descendente, mientras que la de los que contemplan la adquisición dentro de entre 2 y 5 años no deja de subir.

Solo los más jóvenes, de 18 a 24 años, incrementan de forma notable su interés por la compra a corto plazo. Sin embargo, las dificultades que encuentran cuando realmente confrontan con el mercado sus posibilidades de emancipación hacen que opten por retrasarla (y ahorrar más) o por alquilar (si tienen planes sentimentales o laborales impostergables). Solo el 9% de ellos descarta completamente la posibilidad de compra.

Por tanto, Beatriz Toribio afirma que “como sector, tenemos que encontrar alternativas que les permitan ahorrar o financiar la compra a aquellos jóvenes que puedan permitírsela”. “Pero también necesitamos un mercado del alquiler más equilibrado y profesionalizado que haga del arrendamiento una buena opción», finaliza.


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