Así se lleva a cabo la entrevista de despido

Las entrevistas de trabajo son ampliamente conocidas por todos aquellos que se encuentran inmersos en el mundo laboral. De hecho, no son pocos los consejos que pueden darse para pasarlas con éxito. Sin embargo, ¿alguna vez has escuchado el término de entrevista de despido?

A este nuevo concepto también se le conoce como entrevista de desvinculación. Varía según la cultura corporativa de cada empresa y también del país en el que se encuentre. Se da, sobre todo, en empresas modernas y no suele verse tanto en las antiguas, pues es algo que, al menos en España, resulta novedoso.

En este artículo, te contamos qué es y cómo se lleva a cabo para que estés preparado en el caso de que puedas ser el siguiente.

Entrevista de despido: qué es y para qué sirve

En los países anglosajones se llevan mucho este tipo de conceptos ya que las empresas destacan por la transparencia con los trabajadores que trabajan en ellas.

La entrevista de despido es un encuentro con tu/s superior/es o con recursos humanos que realizas cuando te vas de la empresa, bien por tu pie o porque te han despedido.

Se puede tomar como un trámite

En este encuentro no es raro que ambas partes hablen sobre las situaciones legales que puedan confundir al trabajador, en el caso de que este no tenga muchos conocimientos sobre el tema.

Además, también pueden contar con una parte más emocional. Las empresas modernas desean cuidar a las personas y a través de esto pretenden guiar al empleado en una nueva etapa, aclarar cuestiones, escuchar sugerencias, etc.

Aclarar las cosas

El término entrevista de despido ya suele ser común en España. De hecho, seguro que lo has escuchado más que el de desvinculación.

En ellas se produce el despido y así la empresa se asegura de que este trámite se realice de forma clara, correcta y, sobre todo, segura para ellos. Además, también se pretende que el trabajador se vaya con buen sabor de boca y no dejar ningún cabo suelto entre ambas partes.

Aquí lo que se hace es coger a la persona, hablarle con claridad pero con benevolencia, y explicarle la situación que hay, zanjando temas legales y respondiendo las preguntas que tenga el empleado. En muchos casos, se ofrecen consejos o ayuda para que este pueda encontrar un empleo nuevo.

Entrevista de desvinculación

Es más propia de los países anglosajones. Y es en la que los empleados comunican que se van por su propio pie, bien por haber encontrado otro trabajo o bien por cualquier otro motivo, como que no estén cómodos.

En este último caso, el equipo de superiores y recursos humanos preguntan por qué se marcha, en qué puede mejorar la empresa y qué se podría haber hecho para que no se fuera. Así también obtienen un beneficio, preocupándose y sabiendo que el empleado también se va tranquilo.

No es demasiado cómoda

A los trabajadores no les gusta pasarse de sinceros, pues puede que en algún momento de sus vidas tengan que volver a la empresa. Con este tipo de entrevistas, parece que se zanjan cuestiones y se cortan lazos, cosa que para muchos no es beneficioso.

Además, también es un encuentro algo incómodo con los superiores o con personas de un departamento con las que quizá nunca haya hablado.

Por tanto, muchos mienten afirmando que todo iba bien o ni siquiera participan. En estos casos, los esfuerzos de la empresa no estarían sirviendo para nada.

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Muchas veces los empleados no confían en que la empresa vaya a poner remedio a los problemas. Sin embargo, muchas de ellas sí lo hacen con la intención de solucionarlos. Por tanto, si ambas partes participan, la entrevista de despido es algo novedoso que puede ir bien y servir. Pero, si no lo hacen, tan solo quedará en un intento frustrado y una pérdida de tiempo.