Echa la dieta a un lado, adelgaza la cintura con estas pautas

El gran problema que sueles tener siempre que te quieres poner a dieta es que esos kilos que quieres perder van dónde a ellos les da la gana. Y su mayoría van a la cintura.

Eliminar la grasa de la cintura es difícil, ya sea por cuestiones genéticas, metabólicas y hormonales.

Lo primero que se te ocurre es ponerte a dieta, pero siento comunicarte que el abdomen es de las parte que más se resiste a la hora de querer adelgazar. La cintura es de las partes que más grasa acumula, hasta cuando eres delgado, así que este artículo puede serte útil tanto si te sobran kilos como si no.

Come proteínas

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Lo primero que tengo que decirte es que si has oído hablar de las dietas alto protéicas y estás pensando seguirla NO LO HAGAS. Sí es verdad que adelgazas, pero los efectos secundarios que le produce a tu cuerpo no son equiparables con lucir una buena figura «temporalmente».

Sin embargo, si llevas una dieta saludable, puedes usar las proteínas para acelerar tu metabolismo y perder centímetros de cintura.

Existen proteínas de origen animal como el huevo, la carne blanca o el pescado, o de origen vegetal como los frutos secos, cereales integrales o las legumbres.

Para llevar una dieta equilibrada tienes que conseguir comer una ración de proteínas en cada comida, hay muchas, así que, puedes jugar mezclándolas.

Procura que los cereales y las harinas, sean siempre integrales.

Baja las calorías

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Algo lógico cuando quieres perder peso y están pensando en ponerte a dieta es reducir la ingesta de calorías. Es decir, fuera los alimentos con muchas grasas y azúcares.

Es necesario que comas grasas saludables tanto para el buen funcionamiento de tu organismo como también para perder peso y centímetros.

Algunos ejemplos de grasas saludables que deberías comer en esta dieta son el aguacate, las semillas de chía, lino y sésamo, por ejemplo, aceite de oliva, pescado azul, lácteos desnatados o yogur.

Dentro de los alimentos que no debes comer están los que contienen grasas saturadas como las carnes rojas o la mantequilla. Con respecto a los azucarados, destierra para siempre la bollería industrial y el azúcar, sustitúyela por la estevia que no tiene calorías.

Cena como un mendigo

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Está probado que la cena es la comida del día que más engorda y puede tener consecuencias directas en nuestro cuerpo, especialmente en el vientre y la cintura. ¿Conoces el dicho de: «Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo»? Pues a esa frase agrégale la merienda, porque es vital para que por la noche las tripas no te despierten. Puedes merendar un yogur con frutos secos y luego, en la cena, elegir algo ligerito.

Donde primero notarás los centímetros de menos si comienzas a cenar poquito es en la cintura. Tampoco cenes muy tarde, es importante que tu cuerpo haga un poco la digestión antes de que te acuestes y así no engordará tanto lo que hayas comido.

No se trata de anular la cena, es escoger recetas ligeras y sencillas de hacer, ganas tiempo libre y pierdes kilos. Con el paso de los días, poco a poco te irás sintiendo menos pesado por la mañana y al ver los resultados te irás animando a continuar.

Recuerda que las dietas milagros no existen, y que todo conlleva su esfuerzo, pero si además de eliminar las grasas, reducir las calorías y cenar de forma suave añades unos ejercicios a tu nueva forma de vida podrás ver los resultados mucho antes.

¿Y si te mueves?

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Sin deporte, reducir la cintura es casi imposible, por no decir una utopía…

Hacer abdominales es el mejor ejercicio para el abdomen, más cuando estás a dieta y vas perdiendo centímetros. Con ellos consigues eliminar la grasa del vientre, pero no sirve hacerlo un día, tienes que tener una constancia.

Tan solo tienes que tumbarte boca arriba intentando que la parte de la nuca toque el suelo. Después, flexionamos ligeramente nuestras rodillas y apoyamos los talones en el suelo asegurándonos que el resto del pie esté elevado. Flexionamos los brazos y colocamos las manos a la altura de la tripa y contraemos el abdomen.

No olvides hacer respiraciones profundas e inspirar y espirar de forma pausada durante unos 10 segundos.

Lo más indicado es que, además de hacer abdominales al menos tres días a la semana, realices algún ejercicio cardiovascular, algo tan sencillo como montar en bici, salir a bailar, andar o hacer senderismo. Sal al aire libre, además de llevar una buena dieta y nutrirte del sol es muy importante para tu salud.

Controla las porciones

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A veces sientes unas irrefrenables ganas de comer, pero a no ser que no hayas comido nada en todo el día, es más cuestión de nervios y de ansiedad que de necesidad real por alimentarte. Una forma de comprobarlo es esperar de cinco a diez minutos. Procura mantenerte ocupado haciendo otra cosa.

Otra forma de saber si lo que tienes es gula en vez de hambre es pensar qué te apetecería meterte en la boca. Si la respuesta son dulces, chocolate o cosas con grasas ya te has respondido tú solo.

Una forma de mitigar esas ansias de comer mientras estás a dieta es que cuando te suceda, en vez de meterte un trozo de pan en la boca, te prepares un , que es diurético y te ayudará a perder líquidos.

Elige bien las grasas

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La idea no es anular todas las grasas, es saber las que tienes que comer y cómo, para evitar que se acumule en la cintura.

Las grasas son necesarias para que tu organismo las use en distintas funciones vitales, como tener energía cada día. Estas grasas van a ser usadas por el organismo para otras funciones. Tienes que añadir grasas en cada comida al igual que proteínas, pero grasas saludables.

No es ninguna dieta milagro, ni una solución a corto plazo, se trata de cambiar los malos hábitos y sustituirlos por otros saludables, tanto para mantenerte en línea como para llevar una vida saludable.

Trucos

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Usa el vinagre en tus comidas para mantener bajo el nivel de azúcar y así perder peso. El vinagre es saciante, hasta el punto de que se consumen entre 200 y 275 calorías menos durante el día.

Las nueces, al igual que los pistachos, facilitan la pérdida de peso, ya que son una buena fuente de proteínas y fibra.

Cuando duermes tus horas tienes menos tendencia a sufrir sobrepeso. El insomnio te trae más problemas de los que piensas.

Hay un fallo que se suele cometer y es que cuando te pones a dieta, en vez de tomar azúcar pides sacarina. Siento decirte que consumir un alimento endulzado con sacarina sin calorías te puede llevar a un mayor aumento de peso que si comes la misma comida edulcorada con azúcar.

¡Piensa en rojo si estás a dieta! Las frutas y verduras de color rojo o morado son mejores que las verdes, ya que contienen altos niveles de pigmentos antocianicos que calman la acción de los genes responsables de almacenar la grasa.

¡INTENTA LLEVAR UNA VIDA RELAJADA! Las situaciones estresantes engordan y liberamos hidrocortisona, una hormona que produce la acumulación de grasa.

Es muy importante beber un vaso de agua por las mañanas y antes de cada comida para sentirte saciado.

Y por último, intenta comer con palillos. Te ayuda a masticar más lento y a saciarte mucho más rápido.