El jamón ibérico es uno de los alimentos más deseados de la gastronomía de España. Esta dotado de unos beneficios nutricionales muy potentes. Entre ellos está la proteína, que ayuda a combatir el colesterol y los niveles de los triglicéridos. Este producto necesita unas condiciones de conservación, así como de corte y presentación para que se pueda disfrutar de todo su aroma, su textura y sabor.
El jamón ibérico se puede comprar de diversas formas. Lo puedes adquirir cortado a cuchillo (cosa que todo el mundo no sabe), loncheado a máquina (cuando se compra de una pieza que está deshuesada), o la pieza entera (para cortarla en casa). Te contamos cuál es la diferencia entre el jamón ibérico de pieza o loncheado.
Conservación de la pata de jamón
Por ello el jamón ha de conservarse en un lugar que tenga una protección de la luz del sol y que la temperatura esté ente 10 a 15 grados.
No hay que olvidar que un sitio con humedad será malo para su conservación.
Una vez que se comienza a cortar la postura debe ser la propia del jamonero, y un truco para que pueda respirar y se mantenga en condiciones óptimas es la de guardar un trozo de grasa para tapar la zona por donde se está cortando el jamón.