Un total de 119 trabajadores de Renfe han secundado el primer paro de los dos convocados por el sindicato CGT en la compañía para este miércoles. Pese a que sólo supone el 2,91% del total, la entidad se ha visto obligada a cancelar 707 trenes de viajeros en un día de vacaciones de verano.
El sindicato convocante eleva al 85% de la plantilla el grado de seguimiento al paro, programado entre las 12.00 y las 16.00 horas, y asegura que la adhesión a la convocatoria es «masiva» en el caso de las taquillas de venta de billetes y atención al cliente.
«Los trabajadores han abandonado el puesto de trabajo cuando se ha iniciado el periodo del paro», indicó CGT en un comunicado respecto a estos empleados.
No obstante, tanto el sindicato como la operadora coinciden en señalar que los trenes incluidos en servicios mínimos están circulando y que la jornada transcurre con normalidad y sin incidentes, según indicaron a Europa Press en fuentes de CGT y de Renfe.
Los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Fomento ante la huelga garantizan la circulación de 829 trenes de AVE y Larga Distancia, el 78% del total de la oferta habitual de Renfe, y 899 de circulaciones de Media Distancia, el 65%.
En cuanto a los miles de viajeros que tuvieran billete para los trenes cancelados por no estar en servicios mínimos, la compañía ofrece recolocarlos, en la medida de lo posible, en otro tren de este día, o bien cambiar su viaje para otra fecha o devolver el billete.
En el caso del servicio de Cercanías que se presta en una docena de ciudades, entre ellas Madrid y Barcelona, los servicios mínimos cubren la mitad del servicio, el 50%, porcentaje que se eleva hasta el 75% en el caso de coincidir con franjas de ‘hora punta.
DÍA DE «EXCEPCIONAL MOVIMIENTO DE PASAJEROS»
En su resolución de servicios esenciales, el Ministerio atribuye estos porcentajes al hecho de que el paro se convoca en un día de «excepcional movimiento de viajeros». «Coinciden la movilidad propia de días laborales con la operación salida y retorno vacacional», argumenta Fomento.
Con su convocatoria, que sucede a la huelga que CC.OO. llevó a cabo en Renfe el pasado 15 de julio, el sindicato CGT, minoritario en el comité de empresa de la operadora, reclama un aumento de la plantilla de Renfe.
Además, denuncia la «imposibilidad» de cumplir el «espíritu» de la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas ante la decisión de la empresa de aplicarla diariamente, con una disminución de 17 minutos del tiempo de trabajo, en vez de forma acumulada, sumando días libres.