Este año, ColaCao cumple 75 años. En 2018, su hermana pequeña, Nocilla, cumplió 50. Dos aniversarios dignos de celebración si no fuera por el momento que vive su matriz, Idilia Foods. La clave está en 2015, momento en que se toma una decisión poco acertada que desencadena una reestructuración interna y la caída y el posterior estancamiento de sus ventas.
Pero para llegar a 2015 es preciso echar la vista atrás. En 1940, José Ignacio Ferrero Cabanach y José María Ventura Mallofré crean la empresa Nutrexpa en Barcelona. Su primer gran lanzamiento fue ColaCao. Un éxito acompañado del famoso spot televisivo “Yo soy aquel negrito del África Tropical”. Y poco a poco incorporaron otras marcas a golpe de adquisiciones, como la compra de Nocilla y galletas Cuétara. También consiguieron expandir sus productos fuera de las fronteras de España. Todo un éxito empresarial.
Pero en 2015 llegó la ruptura de los dos socios y la división de la empresa. Por un lado, la familia Ferrero se quedó con la parte de los cacaos (ColaCao, Nocilla, Paladón y Okey) bajo el paraguas de Idilia Foods. Por el otro, Ventura creó Adam Foods para acoger a la familia de las galletas Cuétara y Artiach u otras marcas como La Piara o los caldos Aneto.
En enero de este año, la multinacional catalana fichó a Xavi Pons como consejero delegado con el objetivo de afrontar nuevos retos. Dada “la velocidad del cambio en la industria de la alimentación, se busca acelerar la transformación con un cambio en el máximo ejecutivo de la compañía”, explicaron. Este sustituyó al director general, Ricardo Anmella, que llevaba cuatro años en el cargo.
Años en los que, además de abandonar Cataluña como sede oficial por el conflicto independentista, las ventas cayeron. En 2015, la compañía facturó 176,8 millones de euros. Un año después descendieron a los 173,9 millones y en 2017 hasta los 173,7 millones, según datos del registro mercantil recogidos por la plataforma Insightview. Solo en 2018, consiguió parar las caídas y estancarse en los 174 millones de euros.
Tampoco le fue bien en el apartado de beneficios. En 2015, la catalana registró 61,4 millones de euros de beneficio. Un año después los redujo a la mitad (28,8 millones de euros) y en 2017 fue de 20,5 millones.
LA LUCHA CONTRA EL ACEITE DE PALMA Y EL AZÚCAR
La industria del consumo y la alimentación se han visto afectadas por varias polémicas, a las que no ha sido ajena la dueña de Nocilla y ColaCao. Una de ellas fue el boicot al aceite de palma, donde algunas empresas han tomado partido. Por un lado, están las que han optado por retirar el aceite de palma de sus productos ante las críticas. Y por otro, están las que abogan por el empleo del aceite de palma sostenible.
En el primer caso, se encuentra Nocilla. El año pasado lanzó una nueva receta de su famosa crema de cacao, sin aceite de palma, “que supone una reducción de más del 40% en grasas saturadas respecto a la anterior, conservando la misma textura y sabor de siempre. También presentó hace unos meses su última variedad Nocilla 0% azúcares añadidos, sin aceite de palma. De hecho, aquí se separa de su máximo rival: Nutella, quien usa aceite de palma sostenible.
Y contra el azúcar ColaCao también ha lanzado sus nuevas versiones en los últimos años: ColaCao Original, ColaCao 0%, ColaCao 0% Fibra, Avenacao, ColaCao Turbo, ColaCao Complet y la gama ColaCao Shake y ColaCao Energy.
Esta adaptación a los tiempos y tendencias más saludables, así como el liderazgo del consejero delegado serán vitales para desatascar la situación de Idilia Foods.