Letizia y todas las veces que mostró su «mala milk»

Si sobre el físico de la Reina Letizia se han escrito ríos de tinta, no muchos menos se han volcado sobre su sonado temperamento. Una mujer fuerte con las ideas claras, perfeccionista, exquisita, rígida y con mano dura en las importantes cuestiones a las que haya que aplicársela.

«Es el Estado y está en estado», se llegó a escribir de ella cuando se quedó embarazada de su hija, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Y precisamente a raíz de este estado, y valga la redundancia, de gestación surgió una desagradable anécdota donde Letizia trazó la línea definitiva, enseñó la patita y también los dientes

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El discurso de su hija Leonor

Letizia

Y es que lo de callar la boca de su hija Leonor le está costando algo más de trabajo de la cuenta. Letizia no puede parchear el hecho de que su hija ya quiera ejercer. Según el periodista Jaime Peñafiel, la princesa de Asturias, tras recibir el Toisón de Oro por parte de su padre, el Rey de España, va diciendo por el colegio «ahora, cuando me saludéis, tendréis que hacerme la reverencia«.

Las ganas de Leonor por ejercer su papel de princesa de Asturias (y futura Reina de España) son palpables desde que era bien pequeña. En mayo del año pasado, su hermana Sofía hacía la comunión en el colegio que las educa a ambas, el Rosales. En honor a aquel momento único en la vida de un niño, Leonor, su hermana mayor, propuso a mamá Letizia dar un discurso en público cargado de palabras bonitas hacia su hermana. La respuesta de su madre fue un categórico no.