El año pasado el sector del gran consumo generó unas pérdidas cercanas a los 1.800 millones de euros, entre hurtos comerciales y errores administrativos. Esta cantidad supuso el 0,81% de sus ventas. Una lacra cuyos culpables, en muchas ocasiones, están dentro de las propias empresas, como ocurre con Adidas, quien no duda en señalar a sus trabajadores por los robos y hasta les culpa de dañar su imagen en las redes sociales.
Federico Saini, el Profit Protection Manager del Sur de Europa para Adidas, alerta de los fraudes y robos que los “empleados cometan dentro de la empresa”. Situación que “con internet se multiplica. Antes sin internet podías evitar que trascendieran. Ahora no”, asegura.
De hecho, Adidas se ve obligada a utilizar medidas de seguridad para descubrir o investigar los hurtos que puedan cometer alguno de los 57.000 trabajadores que tiene repartidos por todo el mundo. Entre estas, usan un software que escanea la web de eBay, Instagram, Facebook y otros ecommerce locales. “Están barriendo la web y cuando ven una venta grande de una misma zona salta una alerta. Si vemos un robo de algo que se vende en la zona donde viven o trabajan los empleados lo investigamos”, señala. De hecho, la picaresca de los trabajadores lleva a vender hasta las muestras de un producto en Instagram.
Más allá de los hurtos, Adidas también pone en el centro de la diana a los trabajadores que dañan la imagen de empresa. “Los empleados no se dan cuenta que una publicación en Instagram puede dañar a la empresa, como ocurrió con el vídeo de un trabajador de Domino’s Pizza que se introducía patatas de la empresa en la nariz, por ejemplo”, asegura Saini, quien asume que los cambios que se están produciendo ligados a la tecnología pueden producir un “daño a la reputación”.
Durante la celebración del 21º Congreso AECOC de Prevención de la Pérdida en Madrid, el experto en seguridad señala que la multinacional se enfrenta a retos como el hecho de que “uno de nuestros empleados se peleé con un cliente delante de la señal de Adidas o filtre información valiosa de la empresa”.
UN PROBLEMA MUY CARO
El índice de pérdida en 2017 se situó en el 0.81% (frente al 0.82% de 2016) sobre unas ventas del sector minorista de más de 222.000 millones de euros, según el estudio ‘La pérdida en la gran distribución comercial 2018’, elaborado por AECOC en colaboración con la consultora EY.
De estos 1.799 millones de euros de pérdida, el 58% corresponde a hurtos externos, mientras que el 20% se atribuye a hurtos internos. Es decir, los realizados por parte de empleados directos de la propia organización o personas relacionadas laboralmente con la empresa. Así, en total, los hurtos comerciales fueron responsables del 78% de la pérdida desconocida sufrida por las empresas el año pasado.
ADIDAS, SANCIONADA POR PRÁCTICAS ANTICOMPETITIVAS
Curiosamente, Adidas recrimina a sus empleados algunas de estas prácticas el día en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto una sanción a la firma de ropa deportiva por prácticas anticompetitivas consistentes en incluir cláusulas en los contratos aplicables a algunos de sus franquiciados que podrían ser restrictivas de la competencia, al prohibir determinados tipos de venta, como la venta online y las ventas cruzadas, e imponer obligaciones de no competencia que podrían ser desproporcionadas. Asimismo, Adidas podría haber fijado, indirectamente, los precios de reventa de sus franquiciados.
El organismo recuerda que “las conductas analizadas tienen origen en una denuncia. Se inicia así un periodo máximo de 18 meses para la instrucción del expediente y para su resolución por la CNMC. Hecho que no repercute en sus estimaciones de beneficios de Adidas para 2018. La firma espera cerrar con unos ingresos de 22.000 millones de euros.