Las prisas de Ibercaja por salir a Bolsa inquietan a la vieja guardia

El pasado año Ibercaja vivía momentos de emoción por el relevo en la presidencia del histórico Amado Franco, que aparcaba su labor en la entidad aragonesa tras 47 años. El ‘ascenso’ de José Luis Aguirre daba alas al CEO Víctor Iglesias, que prometía mantener el espíritu de caja de ahorros fielmente ligada a la economía aragonesa.

Pero han pasado 18 meses del relevo y la nueva hoja de ruta de la entidad poco tiene que ver con la de Amado Franco, que se mantiene como presidente de su Fundación. Y es que los planes del veterano cajero pasaban por no testar la salida a bolsa de la compañía hasta 2022.

Sin embargo, Iglesias tiene prisa porque Ibercaja salte a la Bolsa, situación que provoca inquietud en la vieja guardia. Esta vieja guardia apostó por convertir la Caja de Ahorros en banco en 2011, pero con la paciencia precisa tras ser conscientes de que no debían precipitarse a la hora de dar el paso bursátil.

La entidad había demostrado su solvencia en los duros tiempos de la crisis y no querían alejar Ibercaja de Aragón, que recibe gran parte de los 30 millones de euros que invierte la Obra Social del banco en proyectos culturales, educativos o solidarios.

PRISAS EN IBERCAJA PARA SALIR EN BOLSA EN 2020

Juan Carlos Sánchez, que abandonó la dirección de la Obra Social el año pasado, resumía así el espíritu que ha reinado en Ibercaja desde su fundación: «En la vida cuentan los números… pero también los sentimientos». No corren tiempos en los que los «sentimientos» coticen en bolsa.

Ibercaja
Ibercaja se prepara para salir a bolsa en 2020 pese a los planes iniciales de la entidad aragonesa. Foto: Angel Navarrete/Bloomberg

Oficialmente Ibercaja dice que no hay un plan para saltar al parqué en 2020, pero fuentes cercanas a la entidad aseguran lo contrario. La entidad aragonesa podría salir con una valoración cercana a 1.300 millones de euros, convirtiéndose en un ‘hobbit’ en una montaña plagada de gigantes al ser la novena entidad bancaria española por valoración.

Cierto es que para salir a bolsa la Fundación Bancaria Ibercaja debe rebajar su control accionarial desde el 87,8% hasta el 50%.

UNA HOJA DE RUTA DE URGENCIA

Ibercaja tiene en su hoja de ruta duplicar su beneficio hasta 2020 tras haber conseguido en 2017 un resultado nada despreciable de 138,4 millones de euros.

Así lo anunció José Luis Aguirre en marzo tras presentar una estrategia del banco para el periodo 2018-2020, situación que no agradó a Amado Franco y compañía, que recuerdan por lo bajini como devolvieron sin complicaciones los más de 400 millones de euros de fondos europeos que recibió Caja 3, pequeña rival absorbida.

Aguirre explicó que «estamos preparados para acometer el proceso de salida a bolsa» aunque «existe todavía recorrido de recuperación para las valoraciones del sector en España y no tenemos ninguna urgencia por acelerar el proceso».

Iglesias por su parte anunció que «para 2020 hemos elevado nuestro objetivo de solvencia básica hasta el 11,5%, aspiramos a superar el 9% de ROTE, duplicando el beneficio neto de 2017 en 2020, y queremos situar nuestro ratio de eficiencia por debajo del 55%».

La gran incertidumbre en los mercados ha asustado a compañías más grandes como Cepsa, pero los nuevos gestores de Ibercaja hacen oídos sordos. No era el caso de Amado Franco, que desoyó los cantos de sirena que le decían que se dejara digerir por el BBVA o el Sabadell.

Aquellas especulaciones no las valoró para alegría de muchos aragoneses… que ahora podrían llevarse un chasco bursátil.