Es cool todo lo que está de moda y resulta muy atractivo. La financiación fintech está de moda, cada vez son más las empresas y particulares que gestionan sus finanzas con las atractivas soluciones de financiación disponibles en el mercado. Los que todavía no siguen esta tendencia cool es probablemente porque aún la conocen muy poco… pero su entorno les induce a que sientan casi que “se están perdiendo algo”.
Las empresas fintech están revolucionado los servicios financieros, entre ellos la financiación, aplicando la tecnología para mejorarlos y cubrir con más acierto las necesidades de los usuarios.
Y sí, esta revolución está de moda pero ha venido para quedarse. El estudio de EY “FinTech Adoption Index 2017”, realizado en 20 mercados a nivel global, entre ellos España, revela que, en líneas generales, las firmas fintech han alcanzado un punto de inflexión y están preparadas para impulsar la adopción generalizada de las soluciones financieras que ofrecen.
El estudio muestra que las fintech no son solo para los millennials. El grupo demográfico que más utiliza este tipo de servicios son usuarios de 25 a 34 años, seguidos por los que tienen entre 35 y 44 años de edad.
Sin embargo, los servicios fintech no se utilizan solo para gestionar las finanzas personales. Las empresas están optando ya por diferentes soluciones de financiación alternativa para gestionar el circulante o realizar inversiones de expansión o crecimiento. Utilizando innovadores servicios fintech a su disposición, obtienen financiación de particulares u otras empresas de una forma muy ágil, flexible, sencilla y segura.
¿Por qué no completar y diversificar las fuentes de financiación de una empresa con el modelo de financiación colectiva llamado crowdfunding?
Por ejemplo, se pueden utilizar las plataformas de financiación participativa de empresas fintech para gestionar préstamos generalmente de particulares a cambio de un interés, el llamado crowdlending. Es una fórmula de financiación atractiva para las PYMEs para financiar el circulante, compras de maquinaria o piezas industriales, así como nuevos proyectos o su expansión internacional.
Otra solución para una empresa que quiera obtener financiación es acudir al equity crowdfunding. Es una fórmula interesante para emprendedores, pues les abre la posibilidad de obtener fondos para lanzar un proyecto, ofreciendo participaciones a los inversores que lo apoyen. Otra modalidad en este tipo de financiación es ofrecer a los inversores la compra de acciones.
El atractivo de estas fórmulas para los inversores está en la presunción de que van a poder obtener una rentabilidad justa y más alta que la que puedan obtener en inversiones más arriesgadas o variables. Además, les gratifica poder apoyar con su dinero a empresas y proyectos que les resultan interesantes.
Otras fintech con plataformas online ofrecen sus servicios de intermediación entre las empresas en búsqueda de fondos o liquidez y posibles inversores que financien el descuento de sus facturas o pagarés. El objetivo aquí es por tanto financiar el circulante, y una vía para llevarlo a cabo es mediante subasta, siendo ágil o incluso casiinmediata para la empresa y, también supuestamente, a precios muy competitivos. Esta vía puede interesar a los inversores que buscan unos plazos de devolución más cortos que los permitidos por el préstamo tradicional o el crowdlending.
Las soluciones SCF (Supply Chain Finance) para la financiación de la cadena de suministro merecen una explicación más detallada, debido a su exclusividad y, a día de hoy, carácter de innovación disruptiva. Estamos ante una financiación online de empresa a empresa. La empresa compradora financia con su liquidez y solvencia a sus proveedores, acordando con ellos descuentos por pronto pago de sus facturas. A cambio deesta forma digital y colaborativa de gestionar el pronto pago, extrae un descuento que se traduce en unrendimiento máximo en beneficio de la empresa compradora, permitiéndole conseguir más alta rentabilidad. Es una herramienta de alta innovación financiera y al mismo tiempo, muy sencilla (y de nuevo, suponemos que más barata) para los proveedores.
Esta fórmula exclusiva para las finanzas de la cadena de suministro está disponible en España gracias a BilliB, la solución de SCF lanzada al mercado por el grupo everis. Se completa con la gestión inteligente del dinero electrónico en sus operaciones, pues BilliB es Agente de Dinero Electrónico autorizado por el Banco de España. Esto aporta a las empresas enormes posibilidades de gestionar la tesorería con mayor control y eficiencia.
El SCF es una de esas tendencias cool que está atrayendo cada vez a más empresas. Las empresas compradoras pueden rentabilizar al máximo la tesorería u optimizar la gestión de sus líneas para financiar los pagos, dentro o fuera de la plataforma de SCF. Sus proveedores obtienen fondos de forma inmediata y segura sin acudir a un banco, en el momento más necesario para financiar su circulante, sus proyectos de expansión o crecimiento.
Las empresas que siguen estas tendencias en la gestión de sus finanzas ya están dejando de ser early adopters. Como botón de muestra, el crowdlending se sitúa este año en España como el segundo producto de inversión más rentable después de las acciones bursátiles. Además, las empresas pueden estar tranquilas al adoptar estas fórmulas innovadoras de financiación, pues la actividad de cada fintech deberá acogerse a la normativa aprobada en los últimos años que ha ordenado y aportado transparencia y seguridad jurídica a sus operaciones. Como primera medida exige a estas fintech que el Banco de España autorice su actividad, lo que supone cumplir ciertos requisitos y la emisión por parte de este organismo de un informe vinculante que testifica la solidez y buena gestión de esas empresas.